viernes, noviembre 30, 2012

Reforma del IRPF para crear empleo "de una puñetera vez".

España sigue viviendo una crisis de empleo como jamás la había vivido en la historia reciente. Y los principales partidos políticos, sean del signo que sean parecen no tomarse el serio el problema, ¡ya está bien! Parece que nos hemos resignado con el problema del paro. ¡No nos lo podemos permitir! Las reformas laborales se suceden sin solucionar nada y encima con la amarga sensación de que nos han vuelto a engañar (por lo del abaratamiento del despido, ya sabemos). Quién me siga un poco en la red verá que no me canso de difundir el siguiente ARTICULO. Describe el problema del paro desde una perspectiva europea, sugiriendo causas que los políticos ni siquiera mencionan. ¿Están demasiado ocupados en echarse la culpa los unos a los otros? Bueno, volveré a poner el enlace a ese artículo de EL PAIS, con la esperanza de que contribuya a la reflexión.

Hay muchos intereses contrapuestos cuando se habla de la jornada parcial. Los asalariados no quieren perder poder adquisitivo; muchos parados aún aspiran a conseguir un trabajo de 8 horas semanales. Ni los sindicatos y los partidos políticos proponen nada en ese sentido. Y mientras el paro sigue subiendo. Tampoco me cansaré de decir que el futuro trae paro por definición y que aunque haya que seguir luchando por el crecimiento económico, es necesario repartir el trabajo. Esta no es una idea ni de izquierdas ni de derechas, más que nada porque cualquier partido que se la apropie acabará entrando en contradicción por otros intereses. Si pensamos en repartir el trabajo, pronto nos encontraremos la primera piedra en el camino: "la pérdida de poder adquisitivo". ¿Cómo librarnos de ella?

Pongamos la vista en ese objetivo y demos por buenas algunas de las propuestas que ya se han hecho. Por ejemplo, reduzcamos la jornada laboral a 32 horas. Podría cambiarse el sistema de cotización para trabajar lo mismo y cobrar lo mismo, que fomente que la gente quiera trabajar menos (y cobrando un poco menos), pero de manera voluntaria. Lo explicaré con un ejemplo. Supongamos que una persona trabaja 37.5 horas semanales y su sueldo es de 1.000 euros brutos mensuales en 14 pagas, es decir, un sueldo de 14.000 euros brutos anuales. Según la Ley 35-2006 , al encontrarse esa cifra entre los 9.051 y los 17.360 euros brutos anuales, se aplicaría un tipo marginal del IRPF del 24%. Es decir, suponiendo que no hubiera más retenciones (vamos a simplificar el ejemplo), ese trabajador cobraría 10.640 euros netos.

Lo que propongo es cambiar dicha ley para obtener el mismo resultado pero de otro modo. Veamos. Supongamos que la jornada laboral fuera de legalmente de 32 horas, pero el trabajador del que estamos hablando sigue trabajando 37,5. La idea sería ir bajar el IRPF de esas 32 horas, y subirlo para las otras 5,5. Supongamos que es un proceso paulatino que dura 5 años (para que la empresa y el trabajador se vayan poco a poco adaptando a la nueva regulación).

Bien, al final de esos cinco años, se aplicaría el siguiente tipo marginal de IRPF:
* 18% de IRPF para la jornada laboral de 32 horas, en lugar de un 24%
* 59% de IRPF para las "horas extra", es decir para las 5.5 horas restantes, en lugar del 24%

Si hacemos las cuentas (si alguien está interesado que lo diga en un comentario y se las detallo), vemos que si el trabajador decide seguir trabajando 37.5 horas serguirá cobrando exactamente lo mismo, es decir, esos 10.640 euros netos. Si el trabajador, voluntariamente decide renunciar a trabajar esas 5.5 horas, estaría cobrando unos 9.800 euros, es decir, estaría renunciando a trabajar esas 5.5 horas semanales que le reportarían "solo" 840 euros al año. Dejar de trabajar esas 5.5 horas semanales, ajustando un poco los horarios, puede significar, en lugar de trabajar 5 días a la semana 7.5 horas, trabajar solo 4 días, pero ocho horas. Lo cual, si se hace voluntariamente, es evidente que puede mejorar mucho la calidad de vida de esa persona. ¿Trabajar un día menos renunciando sólo a un 8% del sueldo? Estoy convencido que mucha gente aceptaría.

Y bien, por cada cuatro trabajadores que accediaran a esta propuesta, se liberarían 22 horas semanales, a partir de las cuales podría crearse un puesto de trabajo a tiempo parcial que bien podría servir para la inserción laboral de los jóvenes. Con el tiempo, esos jóvenes pasarían a ocupar los puestos de 32 horas que queden vacantes cuando se produzcan jubilaciones.

Claro, el salario disponible para esa persona que trabaja 22 horas, haciendo cuentas, sería de unos 8.210 euros anuales, que al ser inferior a 9.051 se le aplicaría un tipo marginal del IRPF de un 0%, sin embargo, el tipo impositivo de las horas liberadas era del 59%. Problema de recaudación: el Estado deja de ingresar directamente 1.210 euros anuales por cada trabajador que renuncie a trabajar esas 5.5 horas bajo las condiciones aquí expuestas. Ahora bien, el Estado habrá creado por cada cuatro trabajadores, es decir, por cada 4.840 euros anuales, un puesto de trabajo a tiempo parcial. Sin embargo, la cosa no queda ahí, porque esos 4.840 que el Estado deja de ganar, sumados a los (aproximadamente) 840 de cada uno de los cuatro trabajadores que renunciaron a ello sirven para que una persona trabaje, y cobre 8.210.

Pero es que esa persona, en muchos casos le estará ahorrando al Estado la prestación por desempleo, y ahora, esa persona podrá comprar, con lo que el Estado recuperaría ingresos a partir de impuestos indirectos.


Partidos políticos, os invito a que estudiéis mi propuesta y que cambiéis lo que sea necesario para hacerla viable. Mientras os da por dejar de miraros el ombligo y no, hago un llamamiento cualquiera que crea que esto es buena idea, para mejorarla, dotarla de argumentación para cubrir una larga lista de supuestos inherentes a una sociedad compleja; y quizá sea buena idea seguir sacando adelante esta plataforma política de que acabo de poner en marcha, para desarrollar esta, y otras propuestas, ¡A currar!