martes, octubre 22, 2013

Tres maneras de buscar la confluencia electoral

Durante todo este año 2013 he vivido bastante próximo a unos cuantos movimientos sociales que buscan aunar fuerzas para transformar todo el descontento expresado en el 15M en una alternativa electoral. Se trata de un proceso fascinante en el que hay gente de ideologías muy diversas, y claro, todas esas diferencias es difícil conjugarlas. Consultas como Ahora Tú Decides parecen reflejar que un partido con el espíritu del 15M podría tener éxito. De una u otra forma, la crisis ha hecho florecer nuevos partidos más allá de nuestras fronteras: Syriza en el caso de Grecia y el Movimiento Cinco Estrellas en el caso de Italia. La cuestión es la siguiente: en caso de ser algo, ¿en España cómo será? ¿Será un partido protesta transversal? ¿Será un nuevo ente netamente de izquierdas? ¿Qué será?

Pues bien, siempre pensé que es difícil que surja una sola cosa, partiendo de la base de que creo distinguir tres grandes grupos de sensibilidades. Casi nunca se plantea una clasificación de este estilo, sin embargo, considero importante hablar abiertamente de ello. Definir la metodología de elaboración del programa es muy importante, pero más allá de las medidas concretas democráticamente determinadas en tal proceso, no se nos puede pasar por alto que el peso específico de cada una de ellas, el orden de prioridad escogido para presentarlas, es clave para que la gente se sienta o no atraída finalmente por la propuesta.

Así, creo que en un primer grupo podría ser el de todos aquellos que consideren que la crisis es esencialmente política y que debemos luchar por unirnos todos los demócratas y configurar una alternativa que otorgue al no político mucho más poder directo de decisión. Desde este planteamiento se puede considerar posible que se una gente de derechas con gente de izquierdas para cambiar el rumbo de la democracia. Pero para hacerlo posible, es necesario cargarse -o al menos aplazar- el proceso colectivo de elaboración de propuestas para otras cosas importantes como puede ser la economía... las recetas de unos y las de otros acabarían chocando, haciendo imposible esa unión.

En un segundo grupo podríamos englobar a los que consideren que la crisis es tanto política como económica y que, por tanto, lo más necesario es luchar por unirse en torno a una alternativa política que nazca de un proceso colectivo de elaboración de las propuestas, que se centren esencialmente en la economía dejando de lado el debate de otros temas más polémicos como puede ser el modelo territorial o cuestiones relacionadas con la moral o la religión. Este planteamiento podría englobar tanto a gente de izquierdas, como gente un poco más de centro. Pero entiendo que la piedra angular de esta alternativa, que podríamos decir "de centro-izquierda" -si es que estas denominaciones describen algo- debe ser también el poder de participación directa de la ciudadanía: referendos, iniciativa popular para cambiar la constitución, listas abiertas... y como segunda prioridad, casi yuxtapuesta, un consenso de mínimos en torno a ese programa económico: lucha ambiciosa contra el fraude fiscal, inversión en I+D, subir el salario mínimo interprofesional, aumentar presupuestos para educación, sanidad, prestaciones por desempleo y pensiones, etcétera.


El tercero de los grandes grupos de activistas estaría formado por aquellos que consideran que la crisis es esencialmente económica y que la prioridad número uno sea acabar haciendo "voto útil" en la izquierda, con todo lo que la marca IU ha supuesto hasta ahora. En este grupo estarían los que comulguen con el ideario de la izquierda más tradicional, o aquellos a los que no les importe tanto apoyar el resto de su programa. Entiendo que los que son de este sentir y no están trabajando ya desde dentro de IU, lo que buscan es que el partido cambie gracias a la presión que pueda hacerse desde fuera. Conseguir que IU adopte al menos algunas de las propuestas de democracia directa que se hacen desde los movimientos sociales, pero a fin de cuentas asumir que lo más importante es que IU gane peso en el arco parlamentario.


Supongo que me habrá traicionado el subconsciente y que, por mi manera de redactar era fácil averiguar que me enmarco en la segunda opción. Puedo estar equivocado, pero creo que hasta que no nos demos cuenta de que estas tres visiones existen y que debemos hacer cada uno de nosotros la reflexión de en cuál de las tres estamos, no podremos terminar de juntarnos para andar hacia un mismo lado. Tampoco creo que sea de recibo pretender cambiar a las personas, cada cual que elija su camino y cuando nos hayamos organizado en colectivos en torno a cada una de esas prioridades, seguro que después gente de los tres grupos podría votar en el mismo el sentido en muchas leyes.

sábado, junio 01, 2013

El futuro del PSOE: ¿Zapatero hizo lo que pudo?

El PSOE lo tiene muy, muy difícil. Por no decir imposible. La gente tiene memoria y se acuerda de cómo acabaron los gobiernos de Zapatero y de Felipe González. Antes del 15M, o antes del surgimiento de UPyD -o por el alargamiento de la crisis o por los factores que sean- el PSOE hubo logrado mantenerse gracias únicamente a un mensaje "antiPP". Pero eso ya no funciona. La opinión pública -y los movimientos sociales- conceden al PSOE tanta o más responsabilidad que al PP en esto de la crisis y además ya se ha dado cuenta de que "hay más partidos".

Lamentablemente para la honestidad política, al PSOE sólo le quedaría una salida para perder lo menos posible de cara a las siguientes elecciones: entonar el "Zapatero hizo lo que pudo". Pero sabemos que eso no es verdad. Sabemos que Zapatero la pifió notablemente. La pifió negando la crisis, la pifió no dándose cuenta de que con un parche aquí con un Plan E allá no valía. La pifió porque no afrontó el reto de subir el salario mínimo interprofesional. La pifió porque a pesar de su discurso, también se sometió "a los dictados de los mercados". Y eso los españoles o saben. Aún así, entonar el "Zapatero hizo lo que pudo" sería la única manera que tendría el PSOE de salvar los muebles: engañando a los españoles y negando que un nuevo órden político está por venir. Pero, ¿qué es salvar los muebles? Hacer un lavado de cara rápido cambiando el líder, proponer muchas propuestas nuevas, machacar en los medios durante varios meses, y rezar para que el PP convoque elecciones YA. En ese escenario, quizá y sólo quizá, el PSOE consiga subir un poco, y llegar, con un porcentaje de entre un 22% y un 24% de los votos, algo parecido a 90 o 100 escaños (recordemos que según algunas encuestas ahora tiene un 20%).

¿Y si no? Supongamos que el PSOE se deja de estrategias cortoplacistas mezquinas y decide buscar la coherencia a largo plazo. ¿Hacia dónde la busca? ¿Hacia el centro? Complicado, el centro lo está colonizando UPyD y si hace eso IU le adelantará sin remedio por la izquierda (y con mucha fuerza). ¿Hacia la izquierda? Peor aún. Si el PSOE se convierte en una especie de "marca blanca de Izquierda Unida" la gente tenderá a votar a IU, y para votar a la copia, la gente votará mejor al original, ¿no? ¿Jugando a dos bandas? Si el PSOE jugase la baza del discurso ambigüo como hace UPyD, en lugar de ser los del "discurso diferente" se volverían más incomprensibles aún. Es lo que tiene ser un partido de más de siglo y cuarto que la ha pifiado tanto.

El PSOE está acabado. Queda una esperanza, eso sí: la política municipal. Que el PSOE se vuelva creíble a nivel local y que a lo largo de muchos años, esas nuevas redes vayan regenerando el PSOE de abajo a arriba. El PSOE hace muy bien en dejar de lado el sectarismo y empezar a negociar posibles mociones de censura con las formaciones políticas del futuro, como con UPyD en Alcalá de Henares o con Unión por Leganés en tal localidad. Sólo poniéndo más de su parte y dándose cuenta de que hay que pactar con los nuevos y no con los viejos partidos, sólo así podrá volver a empezar a ser creíble. Pero le costará muchos, muchos años.

lunes, mayo 27, 2013

¿Es EQUO la alternativa ciudadana para Madrid capital?

La práctica imposibilidad de que una candidatura lograra "de la nada" entrar en el Ayuntamiento de Madrid, creo que es una de las razones por las que la sociedad madrileña ha desarrollado una auténtica apatía por la política municipal. Cuando uno ve imposible cambiar las cosas lo normal es que ni se moleste en intentarlo. Alguien con ímpetu y con ideas para democratizar Madrid capital podría, ante el ninguneo de las cuatro fuerzas políticas con representación -PP, PSOE, UPyD e IU- plantearse crear un partido independiente para la capital, y adoptar como uno de sus objetivos prioritarios: democratizar las Juntas de Distrito. Es decir que los habitantes de cada barrio puedan elegir directamente a su representante en su junta de distrito. Por poner un ejemplo, mi distrito, Carabanchel, cuenta con una población que supera ligeramente el cuarto de millón. Estamos hablando pues, de un distrito que tiene más habitantes que cualquier otra localidad madrileña.

Pero como digo, es imposible. Pretender crear, sin apoyo previo, un partido independiente para Madrid capital al estilo Vecinos por Torrelodones o Unión por Leganés, es una quimera. Madrid es una ciudad de más de 3 millones de habitantes en la que es imposible participar en política, a menos que pases por el aro de aceptar la base ideológica que proponen cada uno de los cuatro partidos; y te dejes engañar por la idea de que "el aparato" permite opinar a sus bases ¡ja!

Soy de los que piensa que la política municipal debería ser el primer paso para empezar a reivindicar derechos desde las instituciones "desde abajo". Y una vez que las nuevas organizaciones hayan dado ese paso, lo siguiente sería hacer saltar ese movimiento social a parlamentos territoriales, nacionales y supranacionales. De abajo a arriba. Así, creo que esa imposibilidad de participar en la política municipal de Madrid hizo que hubiera mucha gente dispersa que sabía que un cambio era necesario, pero que necesitó del 15M para "sentir que no estaba sólo". Sin embargo, claro está que el 15M madrileño no se centra en el municipalismo, sino que fue una explosión de ideas generales que tocan todos los ámbitos reivindicativos de la sociedad.

Y por otro lado, al margen de la fuerza de este movimiento social, viene cobrando bastante notoriedad la iniciativa de EQUO. Todas las encuestas vaticinan que de haber una nueva fuerza política que obtenga representación en la Comunidad y en el Ayuntamiento de Madrid: esa sería EQUO. Quizá me hubiera gustado más que la alternativa ciudadana en Madrid capital hubiera sido "independiente" y que no llevara ese sesgo previo del "ecologismo de izquierda moderada". Pero creo que debemos tener altura de miras y, que cada cual lo llame como quiera: "partido independiente contra el bipartidismo", "izquierda moderada eclogista", o "tercera vía ciudadana", que a mí me parece que ese espacio que queda entre UPyD e IU, y que el PSOE no es capaz de cubrir; ese espacio que ocupa Unión por Leganés en tal localidad, es el mismo espacio que habrá de cubrir EQUO en la capital en un futuro.

Y en base a eso, creo que sería muy interesante que los partidos independientes integrados en CAPI y EQUO hicieran acercamientos para conformar alternativas ciudadanas para presentarse juntos en citas electorales como las siguientes elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid, o incluso a las elecciones para el Parlamento Europeo del año que viene. Así, animo a los actores de uno y otro lado a que profundicen las conversaciones para intentar llevar a cabo esa coalición.

viernes, mayo 24, 2013

El derecho a la vivienda en la Constitución Española y en la Ecuatoriana


Al hilo de la propuesta de Anmistía Internacional de garantizar constitucionalmente el derecho a la vivienda, he querido comparar cómo está recogido este derecho en la Constitución Española con alguna otra que estuviera vigente. Empecemos recordando la "declaración de intenciones" de la nuestra:

Artículo 47.- Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos.

En la práctica se ha demostrado que es insuficiente, visto que tras el estallido de la burbuja inmobiliaria el derecho de las entidades bancarias parece estar por encima de un derecho fundamental de los seres humanos como es el derecho a una vivienda digna. Sin entrar a valorar la eficacia de otras cartas magnas en este sentido, sí que querría comparar el anterior texto con otro más ambicioso y explícito. Veamos lo que dice la Constitución del Ecuador, de 2008, en su sección cuarta, titulada "Hábitat y vivienda":

Art. 375.- El Estado, en todos sus niveles de gobierno, garantizará el derecho al hábitat y a la vivienda digna, para lo cual: 
1. Generará la información necesaria para el diseño de estrategias y programas que comprendan 
las relaciones entre vivienda, servicios, espacio y transporte públicos, equipamiento y gestión del 
suelo urbano. 
2. Mantendrá un catastro nacional integrado georreferenciado, de hábitat y vivienda. 
3. Elaborará, implementará y evaluará políticas, planes y programas de hábitat y de acceso 
universal a la vivienda, a partir de los principios de universalidad, equidad e interculturalidad, 
con enfoque en la gestión de riesgos. 
4. Mejorará la vivienda precaria, dotará de albergues, espacios públicos y áreas verdes, y 
promoverá el alquiler en régimen especial. 
5. Desarrollará planes y programas de financiamiento para vivienda de interés social, a través de 
la banca pública y de las instituciones de finanzas populares, con énfasis para las personas de 
escasos recursos económicos y las mujeres jefas de hogar. 
6. Garantizará la dotación ininterrumpida de los servicios públicos de agua potable y electricidad 
a las escuelas y hospitales públicos. 
7. Asegurará que toda persona tenga derecho a suscribir contratos de arrendamiento a un precio 
justo y sin abusos. 
8. Garantizará y protegerá el acceso público a las playas de mar y riberas de ríos, lagos y 
lagunas, y la existencia de vías perpendiculares de acceso. El Estado ejercerá la rectoría para la 
planificación, regulación, control, financiamiento y elaboración de políticas de hábitat y 
vivienda.

Art. 376.- Para hacer efectivo el derecho a la vivienda, al hábitat y a la conservación del 
ambiente, las municipalidades podrán expropiar, reservar y controlar áreas para el desarrollo 
futuro, de acuerdo con la ley. Se prohíbe la obtención de beneficios a partir de prácticas 
especulativas sobre el uso del suelo, en particular por el cambio de uso, de rústico a urbano o de público a privado.

martes, mayo 21, 2013

Los nuevos socialistas están en la "inopia 3.0"

La profunda crisis interna del PSOE, y la imparable escalada en las encuestas de UPyD y de IU vaticinan un irremediable descalabro de los socialistas. En el PSOE llevan camino de quedar relegados a algunos parlamentos autonómicos y ayuntamientos. Sinceramente, tienen tantas sillas que calentar, tienen tantos enchufados, que no va a ser nada fácil que se inmolen. Sobre todo porque viven en su mundo, esas nubes que a día de hoy Zapatero estará supervisando… hacen piña y sólo tratan buscan recambio dentro de sus filas, utilizando la caduca dialéctica de siempre: “socialismo”, “izquierda”, etcétera. Demasiados egos, demasiados intereses personales, para que se bajen del globo y liberen al PSOE de ese peso muerto que les impide retomar el vuelo en plena crisis neoliberal. Cuando se den cuenta, será probablemente demasiado tarde.

Con la sangría del paro, vaticino que dentro de muy poco tiempo, Izquierda Unida adelantará al PSOE en las encuestas, y eso será la puntilla. El crecimiento de Izquierda Unida está siendo sostenido y están sabiendo liderar razonablemente bien la representación de “la izquierda”. Aunque dentro del partido siempre surjan disidentes a los que les gustaría que fuese un partido “anticapitalista”, lo cierto es que ya hay voces, como la de Gaspar Llamazares, que hace llamamientos a “representar un frente amplio de izquierdas”. Y bien, esa búsqueda implícita del “centro-izquierda”, acompañada de una crisis económica que no parece que vaya a resolverse a corto plazo, me hacen augurar que más pronto que tarde Izquierda Unida se convertirá en la segunda fuerza política.

Además, en el escenario subsiguiente a la materialización de los resultados de las próximas elecciones, se producirá necesariamente un nuevo balance bipartidista de fuerzas. Posiblemente ninguna de las dos fuerzas vaya mucho más lejos de los cien escaños (si es que los consiguen), pero no me cabe duda de que una de ellas será Izquierda Unida. La otra, pues habrá que verlo. Habrá que ver si el PP logra salvar los muebles, mira que me extraña, pero el caso es que parece que UPyD ya ha empezado a darse cuenta de que el PSOE morirá de hemorragia interna y que el partido al que ha venido a sustituir es al PP. Tanto es así, que ya vemos cómo quieren ganarse las simpatías de los votantes más acérrimos al PP, siendo ambiguos con el tema de “la condena del franquismo”, por ejemplo.
Así, si bien vaticino que la lucha por el centro-izquierda ya la está ganando IU desde la izquierda; en la lucha por el centro-derecha creo que aún no está nada claro si finalmente el PP resistirá, o si UPyD la acabará conquistando desde “su ambigüedad”. Está por ver, y en dos años parece que tienen margen para conseguirlo, aunque no me extrañaría nada que el PP adelantase las elecciones lo suficiente para evitarlo.


Pero volvamos a lo único que me parece claro: “que cuando el PSOE quiera hacerse el harakiri será ya demasiado tarde”. Que cuando las corrientes internas se recompongan, reconsiderarán dejar el PSOE y meterse en Izquierda Unida, o en otros movimientos en auge de corte más transversal como Ciutadans en Cataluña o partidos independientes locales y regionales en el resto de España. Con este nuevo escenario, parece lógico que la CAPI (Confederación de Agrupaciones Políticas Independientes) acabe seduciendo a muchos socialistas que no encuentren su hueco en la “izquierda clásica” y quieran formar parte de este nuevo movimiento ciudadano, con espíritu de construir algo de abajo a arriba y contando con el ciudadano de a pie.

Esos socialistas serán los que hayan sido capaces de darse cuenta de la razón por la que dejaron de ser creíbles no fue que sus nuevas propuestas sean malas. De hecho tengo que decir que las propuestas que hace nuevo socialismo 3.0 en general me gustan, pero claro, viniendo de donde vienen ¡no hay quién se las crea! Salvo las partes en las que pretenden dar lecciones de democracia interna o proponen para la democracia española cosas que los socialistas jamás hicieron, el resto son propuestas bastante útiles, que pueden aplicarse a retos futuros. Pero es que da igual. Pesa demasiado la mala reputación que arrastra el PSOE, su crisis interna y su dialéctica caduca de llamar “socialismo” a algo que no deja de ser “bien común” o “intereses de la gran mayoría”. Tantos años de “falso socialismo” han hecho que la palabra “socialismo” no valga NADA.

Detrás de esas propuestas veo sensatez y talento. Pero si esos militantes no se adaptan a los nuevos tiempos, ese trabajo será desperdiciado. En ese sentido, me congratula ver cómo socialistas de base se van incorporando con normalidad a los movimientos sociales como si fueran “uno más”; de la misma manera que celebro que Beatriz Talegón, por ejemplo, se esfuerce en reconciliarse con los movimientos sociales haciéndose eco del escándalo que provocó la escisión Democracia Real Ya. Ojalá estas caras nuevas sepan centrar su actividad política en dar recorrido a las propuestas y saber explicarlas, no esforzándose tanto en partirse la cara por el partido, y sabiendo dejar el barco socialista abandonado a su suerte. En ese sentido, Rubalcaba es un buen capitán: en el hundimiento en el que él mismo está participando parece que quiere quedarse hasta el final.

martes, mayo 07, 2013

Hay quién dice que detrás del PSOE podría estar la derecha

¿A que mola mi título sensacionalista? Supongo que el votante tradicional de Izquierda Unida me comprará la idea, pero no van por ahí los tiros. Si bien es verdad que IU son los que mejor están diagnosticando los problemas de la crisis, no me siento para nada identificado en su dialéctica marxista. Yo apuesto por la socialdemocracia, y me da igual que ésta se vista de liberal-progresismo, transversalismo, regionalismo moderado, ecologismo o movimiento ciudadano. La socialdemocracia no se vende, se DEMUESTRA. Y, ciertamente, el germen del movimiento indignado español reside en una indignación con la socialdemocracia.

La socialdemocracia es la que tenía que habernos dado las soluciones a la crisis del capital, en lugar de crearnos más problemas. Sin embargo, el PSOE fue incapaz de demostrarle a los españoles que "había vida después de Zapatero". Un socialdemócrata con cojones hubiera defenestrado al propio Zapatero desde dentro del PSOE. La única que lo hizo fue Rosa Díez, que como no lo consiguió se fue. Aunque, recordemos que sus motivos estaban más relacionados con el modelo de España que en discrepancias sobre la socialdemocracia. Aunque UPyD tampoco me representa, ¡basta ya! de hacer demagogia con el terrorismo y de ponerse a los movimientos sociales en contra, ¿por qué no centran sus propuestas en salir de la crisis?

Bueno, a lo que iba, ójala en 2009, segundo año de crisis, hubiera salido algún verso suelto con cierto poder en el PSOE, para haber refundado el PSOE en condiciones: señalando a los enchufados que viven del Estado sin dar palo al agua, señalando a los socialistas que formaban parte de los consejos de administración de las cajas de ahorros, señalando al mismísimo Felipe González por cobrar otro sueldo además de su paga vitalicia, señalando a Zapatero por inepto, pidiendo su dimisión como presidente del Gobierno y devolviendo al PSOE, en dos años, la credibilidad perdida como partido socialdemócrata.

Pero eso no ocurrió. Y en su lugar... en su lugar no ocurrió nada. España estaba dormida, veíamos cómo en Europa habia manifestaciones por doquier, y en España, nada. Hasta que un día, de repente, una maniestación no demasiado numerosa tuvo una increíble reprecusión mediática: la convocada por Democracia Real Ya! el 15 de mayo de 2011. Recordemos, por cierto, que el éxito de AcampadaSol, una fiesta de activismo social y democracia que duró cuatro semanas, sólo fue posible gracias a la fe de miles de jóvenes -y no tan jóvenes- con ganas de cambiar las cosas, pero también gracias a que, por la razón que fuera, a Rubalcaba -entonces Ministro del Interior- le convenía políticamente no desalojar aquello a porrazos.

Pero es que Rubalcaba, no era el verso suelto que estábamos anhelando, sino una momia política presente en los declives de los gobiernos de Felipe González y José Luis Rodriguez Zapatero. Por tanto, lamentándolo mucho, una gran mayoría de activistas 15M le dimos la espalda al PSOE. Pero la culpa de eso, es única y exclusivamente del PSOE. El 15M, unas veces con más acierto que en otras, se trata de la revolución más sensata que ha vivido Europa en lo últimos tiempos: es pacífica, y nunca quiso ser lo que no es. En ese sentido, las declaraciones de Beatriz Talegón, en las que señaló que "había quién decía que detrás del 15M podría estar la derecha" fueron tremendamente desafortunadas. Tanto es así, que, consciente de ello, no tardó mucho en aclarar que lo que estaba era denunciando las maniobras de neofalangistas infiltrados que se habían apropiado de la Asociación Democracia Real Ya, a costa de la Plataforma homónima.

Estoy deseandito que el 15M articule por fin una alternativa política, pero también, porqué no, a ver si en el PSOE da por fin alguien un golpe encima de la mesa, y echa todos los oligarcas que no hacen más que favorecer a las grandes empresas en detrimento de las pequeñas. Los que aún mandan en el PSOE, temerosos de perder sus privilegios, ofrecen pactos a la derecha tradicional -lo cual, encima, parece que tiene el beneplácito del Rey- en lugar de ofrecer pactos a los partidos que están llamados a regenerar la democracia: IU, UPyD, EQUO y CAPI, "Confederación de Agrupaciones Políticas Independientes"

¿Y qué pacto le ofrecen al PP, por cierto? Rubalcaba propone destinar 20.000 millones de euros para que el crédito fluya a las PYMES. Exactamente lo mismo que propuso Holande para Francia. ¿Pero qué ha pasado en Francia? Pues que buena parte de esos los millones que había prometido en concepto de "créditos para la competitividad" para PYMES, han acabado destinados en las grandes empresas y no tanto en las pequeñas y medianas. Promesas incumplidas por doquier. ¿Podemos acaso esperar que en España sería mejor que en Francia? ¿En la España de las puertas giratorias de PPSOE, con excargos colocados en la empresa privada y demás? Mientras sigan PPSOE en el gobierno, me aventuro a decir que en España sería peor. Y acuso al PSOE a dejarse manejar por la clase de los grandes empresarios. ¿Está la derecha detrás del PSOE?

viernes, mayo 03, 2013

El PSOE debe inmolarse para volver a ser creíble

La sociedad española está harta de los dos grandes partidos. Tras tantos años de promesas incumplidas, corrupción y clientelismo, la credibilidad de toda voz proveniente del PP o del PSOE queda en entre dicho. Y es que después de tanto tiempo gobernando ya de nada sirve prometer, muy necio hay que ser para que a una persona le quepa la esperanza de que estos partidos cumplirán lo que prometen, cuando, tras muchos años en el poder, años en los que pudo ejecutar las promesas, en muchas ocasiones hicieron justo lo contrario de lo que prometieron.

Durante muchos años, el estilo político de estos dos partidos ha sido beneficioso para la normalización democrática de la sociedad española. Claro está que tras el franquismo, el hecho de que el centro-izquierda y el centro-derecha se hayan alternado en el poder fue durante mucho tiempo bueno, para la constatación de que había alternativa. Siendo justos con la historia los que mejor materializaron esa alternancia fueron Felipe González y José María Aznar. Conviene no olvidar que ambos se fueron por la puerta de atrás, el primero golpeado por la corrupción y desgastado tras catorce años de gobierno, y el segundo tras aliarse con el presidente Bush con todas las consecuencias, incluída la de meternos en una guerra en la que no pintábamos nada. Y que después de aquello llegaron de rebote Zapatero y Rajoy, dos políticos a los que el puesto de presidente les ha venido a quedar no grande, sino grandísimo.

Desde hace aproximadamente quince años, una vez superada la pequeña crisis económica de los años noventa, PP y PSOE en una ausencia absoluta de ideas se han limitado a luchar por conservar sus privilegios, me atrevería a decir que en algunos casos de buena fe, creyéndose ellos mismos que la política española sería peor sin ellos. Normal. ¿Qué se puede esperar de la generación de políticos, de dentro de estos partidos, que ronda los 50 ó 60 años? Ellos tienen grabado a fuego que el bipartidismo fue un éxito contra el franquismo, aquella fue su motivación política; ellos, por tanto no pueden aportar demasiado para los nuevos retos de la demoracia. Lo mejor que pueden hacer es irse.

Así, la única esperanza de estos partidos es el relevo generacional. La gente joven que ronda los 25 ó 35 años, cuya motivación política sea la crisis económica actual y la política que está por venir. Sin embargo el reto más importante de toda esa gente, de entre la que quiero destacar el nombre de Beatriz Talegón, no está tanto en proponer cosas hacia afuera, sino en conseguir una revolución de puertas para adentro, cargándose todas las redes clientelares y de nepotismo tejidas durante tantos y tantos años. Estos políticos de savia nueva, no tienen nada que perder en ese sentido. Nacen sin demasiados apoyos internos y tienen el punto fuerte de que son mediáticos. Tienen ante sí la gran oportunidad de dejar con el culo al aire en público al aparato del partido, y tienen la oportunidad de tender la mano a esos partidos que entienden la socialdemocracia de manera diferente, como puede ser UPyD, Ciutadans, IU o los partidos independientes locales. Es decir, reconocer que esos otros partidos tienen hoy en día más legitimidad para proponer que el partido socialista y sentarse con ellos a hablar de propuestas.

Como digo, creo que Beatriz Talegón abrió el camino con su famosa intervención en la que criticaba al "socialismo de cinco estrellas". Abrió un camino, yo pienso, desde la honestidad de alguien que cree que la revolución interna del PSOE es posible. Sin embargo, yo sólo creo lo que veo, y considero que a Talegón, y a todos los que quieran seguirla, les queda un camino largo, una travesía en el desierto en cuyo transcurso tienen mucha tela que cortar. Años en los que no toca seguir haciendo discursos grandilocuentes, lo que toca es predicar con el ejemplo. Para que el PSOE vuelva a ser creíble, debe inmolarse: todos los que colaboraron en los consejos de administración de las cajas de ahorros, deben ir FUERA. Todos los que participaron en el Gobierno de Zapatero, empezando por la momia política de Rubalcaba, deben ser DEFENESTRADOS sin complejos por estos nuevos líderes. Todos los que hacen el ridículo proponiendo primarias para todos cuando ni el propio PSOE las practica, no hacen sino perjudicar la credibilidad de propio partido, Fuera también.

Estos nuevos líderes deben señalar sin complejos a toda esa vieja guardia, abriendo una batalla a la vista de todos que sólo puede acabar de dos maneras posibles: haciendo del PSOE un partido creíble o destruyéndolo del todo para dar paso en las elecciones a otras opciones socialdemócratas nuevas. Ambas cosas son buenas para la sociedad, y la responsabilidad de abrir más aún tal caja de los truenos, recae en los jóvenes de esos partidos. No hay tiempo que perder.

miércoles, abril 24, 2013

¡Gallardón! ¿Y de los derechos laborales de las mujeres qué?

Está visto que al Partido Popular le dan igual los derechos de las mujeres, que lo único que le interesa es marear la perdiz para que no se hable de los recortes. Que se hable de esos temas controvertidos que saben que les dan votantes dentro del electorado más clásico de la derecha española. Sin embargo, ni éstos, ni los que desde de la izquierda moderada tampoco pensamos que el aborto "sea un derecho", debemos dejarnos engañar por esta maniobra del PP.

Reformando la ley del aborto y no haciendo nada más, lo primero de todo es que se le está haciendo es un flaco favor a la convivencia. ¡Qué mejor momento para intensificar la brecha social que cuando van a hacer recortes! Por un lado se está provocando a los colectivos feministas que llevan décadas luchando contra las imposiciones morales de la jerarquía católica. Por otro, es que ni siquiera va a reducirse drásticamente el número de abortos, ni va a mejorarse el clima laboral de las mujeres que se queden embarazadas y quieran que su embarazo siga su curso natural. En ese sentido, los que creemos que es necesario un feminismo constructivo, que luche por los derechos de las mujeres en general, pero también por los derechos laborales de las mujeres embarazadas en particular debemos EXIGIRLE al Partido Popular que afronte tal reto de una vez por todas. Sin excusas.

Penalizar legalmente el aborto es incompatible con la ideología liberal que dice defender el Partido Popular. El liberalismo económico que el PP defiende, y del cual se aprovecha hasta límites insospechados, permite a las empresas discriminar en los procesos de selección a las mujeres en edad de quedarse embarazadas. Para un capitalista, que una empleada suya se quede embarazada es un marrón; y sin embargo, probablemente ese capitalista votó a ese PP que penaliza el aborto sin ofrecer alternativas.

Así, con este clima tan hostil y este panorama laboral, me pongo en el lugar de las mujeres y entiendo su reivindicación, aunque personalmente me parezca la peor de las soluciones. Al Partido Popular le da exactamente igual que haya más o menos abortos: si realmente le importara, se pondría manos a la obra atacando a las mismas raíces del liberalismo. Sería mucho más ambicioso en términos de protección social para las mujeres, y se encargaría de fomentar una cultura empresarial mucho más humana y menos competitiva. Se ayudaría económicamente a las empresas en las que se dé la eventualidad de que una de sus empleadas esté esperando un bebé y el hecho de que las mujeres se sientan agusto con su embarazo dentro de la empresa, sería un motivo de orgullo para toda la empresa.

Desde mi punto de vista, mejorar sustancialmente las prestaciones sociales de las mujeres y hacer que el número de abortos descienda de manera notable, no sólo pienso que está íntimamente relacionado, sino que responde a una ideología en las antípodas de la que propone el PP y esa que el PSOE nunca puso en práctica: el SOCIALISMO.

martes, abril 23, 2013

La esperanza de los partidos políticos alternativos

La política que practican los cuatro grandes partidos nacionales, PP, PSOE, UPyD e IU, me produce un profundo desasosiego. Evidentemente no son todos iguales y, la de unos más que la de otros. En ese sentido entiendo como nadie que un movimiento como el 15M se declare apartidista: la vuelta de tuerca en la revolución democrática española, apriori, no necesitaba partidos políticos, lo que demandaba era que los que YA hay funcionen bien. Crear conciencia ciudadana en general, y en los políticos, para que hagan suyas las reivindicaciones de "la calle".

El activismo 15M tiene, en ese sentido, una naturaleza muy diferente al que se hacía en tiempos de Franco: entonces lo revolucionario era militar en un partido, clandestino, claro. Ahora, todo lo contrario. Sin embargo, creo que los activistas 15M tenemos que darnos cuenta que el tiempo de solo debatir en la calle ha terminado y tenemos que pasar a la acción. Algunos ya lo han hecho, desde mi punto de vista de manera equivocada: convocando escraches y tratando de "asediar el Congreso". Muchos otros, entre los que en cierto modo me incluyo, estamos pidiendole a gritos a los partidos que escuchen al 15M, para participar dentro de ellos.

Pero participar en los cuatro partidos grandes sólo tiene sentido si comulgas totalmente con la línea política de las cúpulas, o si estás dispuesto a prostituir tu pensamiento libre por un "bien mayor". Creo que podemos aspirar a algo mejor. El 15M, en el cual comencé mi activismo, me enseñó que todos y cada uno de los que estaban en la plaza acababan teniendo algo importante que decir. Esa filosofía de escuchar a los demás, debe ser exportable a los partidos políticos, haciendola compatible con un sistema de delegados sensato y práctico, pero a fin de cuentas, algún sistema con el que los afiliados y simpatizantes sientan que se les tiene en cuenta.

Los partidos vecinales y las iniciativas de democracia electrónica tienen ante sí una gran oportunidad para canalizar todo ese activismo "de calle" hacia la política activa. La imagen de la política está realmente dañada, con que el esfuerzo de esos partidos debe ser TRIPLE. Los partidos independientes repartidos por toda España tienen ante sí el reto -y la oportunidad- de trabajar codo con codo con todos esos activistas apasionados y pacíficos que tienen ideas y están deseando ser escuchados.

Oportunidades hay tantas como queramos ver. A mí, personalmente me llenó de esperanza el anuncio de CAPI de presentarse a las europeas, esto es la confederación de partidos independientes más grande de España, aunque partidos independientes hay por todos lados. El anuncio es del 8 de abril, con lo que hay que darles tiempo para que definan un programa. A mí de momento me gusta lo que me estoy encontrando. Ahora bien, creo que sus posibilidades pasan por ser capaces de entonar una voz propia. Por no convertirse simplemente en el hermano pequeño de Revilla o de Rivera. Que si después esos pactos son viables, adelante: pero esa voz propia es necesario entonarla. Una voz propia a partir de la cual sean, primero capaces de seducir a buena parte de esos activistas a los que me he referido, con un movimiento realmente transversal, ciudadano y sin sectarismos hacia nadie; pero ante todo que en su programa electoral se vean reflejadas las prioridades reales de la ciudadanía.

Por ejemplo, con el tema de los desahucios, hay partidos que apoyan los escraches, otros que no lo hacen, pero a fin de cuentas, entre tal cortina de humo ningún partido con vocación de representar a una gran mayoría habla de cambiar la legislación sobre los pisos vacíos. Ninguno pone propuestas encima de la mesa, porque les va bien así: IUPyD crecen ambos criticandose el uno al otro, y gracias al desgaste de PPSOE, ¿para qué esforzarse? ¿para qué arriesgar?

Tanto los partidos independientes como las inciativas de democracia líquida tienen ante sí la oportunidad de crecer si son constructivos, si al final del proceso de elección de representantes hay propuestas ambiciosas y realistas con las que la ciudadanía se sienta identificada, pero ¿a qué estamos esperando?

Cataluña y nuestra querida Constitución anacrónica

Estar en primera fila de la política desgasta. Y si no que se lo digan a Albert Rivera y a su partido. Como todo el que empieza, se nace de la nada con ideas muy constructivas y termina uno adoptando actitudes propias de la política tradicional. En la actualidad se ha convertido en un partido que pone más atención en luchar contra el nacionalismo que en CONSTRUIR algo entre todos. Pero tampoco exageremos, Ciutadans nos puede gustar más o menos, pero yo considero que en el Parlament de Catalunya ponen un punto de sensatez muy necesario. Responden, eso sí, a un sector muy concreto de la población: el regionalismo moderado catalán de centro-izquierda -o al menos yo así lo veo.

Soy madrileño y siempre simpaticé con ellos. Como castellano siempre me pareció que los partidos nacionalistas tenían demasiado poder de influencia sobre PPSOE e incluso llegué a votarles en las elecciones generales de 2008, donde sacaron 3996 votos en Madrid, es decir, 128099 votos menos que UPyD. Bueno, pues uno de esos casi cuatro mil votos, era mío. Fue un voto de protesta ante la negativa de UPyD de ir en coalición con otros partidos de tercera vía, por otra parte, recordemos que C's llevan en su programa el 'voto en blanco computable'. Pues eso. En aquel momento, considero que el bipartidismo era el mayor problema político de España, por eso les voté. Ahora, lamentablemente, con el bipartismo ya herido de muerte, tenemos problemas más graves.

Y dicho eso, y aunque esto es algo que no se pueda saber, si fuera catalán probablemente NO les votaría. Si fuera catalán, ante todo, seguro que hubiera planteado mi activismo de una manera totalmente diferente. A mí como madrileño me puede llegar su discurso, pero entiendo que aun catalán no siempre le llegue. Ciutadans acierta, en mi opinión, cuando dice que un referendum de autodeterminación sería traumático para la sociedad catalana porque la divide en dos; sin embargo, creo que se equivoca aduciendo que la Constitución española es la ley suprema y que por encima de ella no se puede pasar... porque no se puede cambiar de la noche a la mañana -salvo que sea en Agosto y se pongan de acuerdo PPSOE.

La Constitución de 1978 estuvo bien. Fue una Constitución para la transición democrática y ha servido para apaciguar las tensiones territoriales durante muchos años. Pero ya no sirve. Necesitamos una nueva Constitución con la que se sienta agusto la gran mayoría de la población. Con la que se sienta agusto un 80% de los españoles, pero con la que se sienta agusto un 80% de los catalanes, un 80% de los castellanos y etcétera. Es posible. Pero el discurso constitucionalista de Ciutadans creo que no ayuda a cohesionar a la sociedad catalana, porque es un discurso en el que no se sienten representados los independentistas. La solución es sin duda un federalismo ambicioso, quizá es en el PSC en el que ha de recaer la responsabilidad de cohesionar Cataluña en torno a esa idea, pero el PSC... en fin, después del tripartito y tal... sin comentarios.

Considero que Ciutadans aún está a tiempo de cambiar su caduco discurso, en el que la Constitución está siempre en boca de Rivera, para ser un poco más ambicioso proponiendo reformas constitucionales con las que se sentirían representados la gran mayoría de los catalanes. Hasta ahora no lo está haciendo. Hasta ahora está dirigiendo su discurso a los que tradicionalmente votarion al PP y al PSC. Los votos que consiguen provienen en gran medida de ellos. Mientras no cambien su discurso, y ahora que el PSC se ha mostrado a favor de la consulta, normal que haya quién piense que Ciutadans es la marca blanca del PP.

domingo, abril 21, 2013

La maternidad, el más humano de los derechos

Antes que nada, quisiera pedir de antemano disculpas a todos esos hombres, padres coraje, que lo dan todo por sacar a su familia adelante. Que nadie se asuste si en algún momento digo: "los hombres somos unos cobardes", porque no podemos permitirnos generalizar. También hay hombres muy valientes, pero creo que es necesario pegar un toque de atención a los hombres para gritar una reivindicación que parece olvidada desde el feminismo moderno: el derecho a la maternidad. Pocas actitudes son más valientes que la de una mujer que saca fuerzas de donde ella no sabía ni siquiera que podían sacar, para sacar a una familia adelante. Pocas actitudes son más cobardes que la de un hombre que se arruga ante una mujer embarazada, dudosa de sus propias fuerzas, que, en lugar de ayudarla a encontrar esas fuerzas: la empuja a abortar.


Ante todo, también me parece cobarde criminalizar a las mujeres que se han visto en la situación de "tener que" abortar. Vivimos en una sociedad capitalista y cruel donde parece valer más tener dinero que la vida. Aunque sinceramente, siempre creí que una sociedad en la que uno de cada seis embarazos acaba en aborto: tiene un problema. Y en ese sentido, creo que todas y todos estaremos de acuerdo en que abortar es un drama social y que, ante todo, la solución legal no es fácil. Se legisle como se legisle se tendrá a la población dividida y por mucho que a algunos nos den ganas de llorar cuando vemos fotos de fetos abortados: abortos va a haber igual.

La solución no es fácil, pero creo que tanto PSOE como PP lo están haciendo fatal. Ambos han legislado dividiendo a la población en dos, el PSOE no provocó sino que el número de abortos aumentase, y mucho le temo que aunque el PP cambie la ley: el número de abortos no va a disminuir. Como drama social que es, como tema delicado que es: no se va a solucionar a golpe de decreto y ante todo, los que deseamos que el número de abortos sea el menor posible -que, seamos sensatos, creo que tanto detractores y defensores estarán de acuerdo en esto- tenemos que tratar de buscar una solución "social" y no "legal". Con delicadeza, y sin creernos con el derecho de juzgar a las mujeres, pero.

Pero lo siento mucho y como hombre que soy me siento con el derecho de emitir un juicio moral: los hombres somos unos cobardes. Por el amor que nos tiene nuestra madre, por el amor que nos tienen nuestras abuelas, "sólo" por eso, no puedo sino gritar, como decía, que la maternidad es el más humano de los derechos. Los llamados 'provida' se equivocan sobremanera aludiendo a motivos divinos o creyéndose superiormente morales para decidir el nivel de empatía de toda la humanidad. Aunque aludamos a que la vida es vida desde la fecundación, los sentimientos siguen siendo subjetivos: yo tengo más empatía por un feto de cuatro meses que por una vaca bien crecidita, pero me atrevo a decir, o al menos me permito dudarlo, que no soy quién para decidir el nivel de empatía de los demás.

Hay algo, sin embargo, que no puedo permitirme el lujo de dudar: el aborto es una decisión muy complicada y en muchas ocasiones son los hombres los que se acojonan y los que en lugar de apoyar a la mujer, a veces entonan un 'lo que tú quieras cariño, es tu decisión' cuando en realidad están cagados de miedo y no se atreven a apoyar a su pareja cuando ésta, en su fuero interno -en muchas ocasiones, no siempre- desea tener el bebé y está pidiendo A GRITOS sentirse arropada por el hombre. esto es pura biología. Tras tal cobardía de no mojarse, si después encima la mujer aborta, las críticas serán en mayor medida para ella que para él. Lo cual es tremendamente injusto.

Los hombres no tenemos la responsabilidad biológica de alojar un nuevo ser en nuestro seno: creo que se nos puede pedir un poco más. Los hombres parecemos tener otros intereses en la vida, y se nos olvida lo importante que es para las mujeres -por su condición biológica- ser madres. Decimos que las queremos pero cuando las embarazamos nos arrugamos. Pues menuda mierda de hombres. Sí, lo siento mucho, pero esto es un manifiesto FEMINISTA. Creo que deben hacerse muchos más esfuerzos en educación emocional, tanto en el colegio como en casa, para que los hombres comprendamos mejor a las mujeres en este sentido: en el sentido de que las mujeres tienen derecho a ser madres.

viernes, abril 12, 2013

Una propuesta para las listas abiertas internas

La política española está en crisis. Así lo refleja cada una de las encuestas de CIS sobre las "preocupaciones de los españoles". Un 29.7% de la población ve a la clase política como "una preocupación". Los españoles no sólo no confiamos en nuestros políticos, sino que ni siquiera intentamos cambiarlos si no nos gustan. Según este estudio, la afiliación a partidos políticos nunca supera el 3.5%, y desde mi punto de vista, este es el reto más importante que deben asumir los nuevos partidos que tengan vocación de configurar una alternativa real: conseguir ilusionar a la gente para que confíe en la política.

En ese sentido es importante demostrar a la gente con ideas, y con ganas de cambiar las cosas "desde dentro" que afiliándose en un partido su opinión será escuchada. Las opiniones, al final, nos guste o no, las defienden los representantes del partido, los cargos y diputados electos; y es por eso que me resulta muy importante que se profundice en la democratización de la elección de los puestos de responsabilidad de los partidos. Estoy hablando de que los afiliados puedan elegir a su presidente, como ya hace el Partido de Internet, por ejemplo, pero también estoy hablando de afrontar el reto de dar voz a los afiliados en la confeción de las listas electorales.

Eso último ya lo hace por ejemplo el partido Independientes por Extremadura, donde los afiliados eligen incluso el orden en la lista que irá a los comicios. Esto, a día de hoy sería impensable para un partido como el PSOE, cuyo Secretario General no es elegido ni siquiera por sus militantantes, sino que sólo tienen derecho a voto unos mil delegados. Al no tener que "deberse" a los afiliados, no tiene porqué tratar de presentarles un proyecto, bastará con que sus planes -que bien pueden pasar por el pago de favores políticos- contenten a todos esos delegados. De hecho, después, todo su equipo es elegido por él mismo, sin permitir que lo confeccionen ni los delegados, ni mucho menos sus afiliados. Y un partido con tal sistema piramidal no puede correr el riesgo de preguntar a sus afiliados, ¡se les caería el castillo de naipes!

Empecemos a configurar la propuesta que quiero hacer poniendo la vista en lo que ya se hace. Y para ello voy a poner el ejemplo de UPyD. En este partido son los afiliados los que eligen al cabeza de lista en cada circunscripción. Pero elegir "solo" al cabeza de lista es una medida insuficiente porque el candidato suele estar muy claro de antemano. Recordemos: Rosa Diez en Madrid obtuvo un 95% de los votos, y Toni Cantó en Valencia un 93%). Pero es que después es el cabeza de lista el que elige en su totalidad al resto de candidatos que le seguirán. Con lo que al final el poder de decisión del afiliado en la práctica, tiende a cero. Una pantomima.

Para evitar que eso ocurra puede proponerse, por ejemplo, un sistema de voto doble en el que cada afiliado, en lugar de votar únicamente al cabeza de lista, elija dos nombres. Si suponemos que un partido cuenta con mil afiliados, y que nadie se abstiene -ni vota en blanco ni nulo- la suma de todos los votos daría dos mil. Así, pongamos el ejemplo de que un candidato fuera votado por un 98% de los afiliados -quizá un 90% lo eligió pensando en él como número 1 y el otro 8% como número 2. En tal caso, estaría obteniendo 980 votos, es decir, un 49% sobre dos mil. Incluso aunque ese resultado encerrase una práctica unanimidad -quizá cantadísima de antemano como en el caso de UPyD- como la elección del "segundo nombre" no suele estar casi nunca clara, con este sistema obtendríamos un resultado en el que se reflejarían con bastante claridad las preferencias de los afiliados en unos segundo nombre y tercer nombre. Pero es que incluso aunque hubiera un segundo nombre con mucho apoyo, estaríamos obteniendo un resultado que "no daña a la vista" y representaría un poco mejor la plularidad de las bases. Así, si suponemos que a tal segundo nombre lo han elegido 800 personas -40% de 2000- obtendríamos el resultado final de: "Nombre 1 = 49%", "Nombre 2 =  40%", etcétera.

Sin embargo, hay un apunte que es importante hacer. Quizá no sea realista pretender llevar a cabo un sistema de listas abiertas internas "tal cual lo planteo", pues ante todo, los que deben dar los pasos en ese sentido son aquellos que están en disposición de dirigir equipos: grupos parlamentarios, grupos municipales, gobiernos, etcétera. No tiene demasiado sentido que la gente exija un equipo de gobierno elegido de manera colectiva, si luego nadie da el paso de querer dirigir tales equipos. Esto es algo que refleja muy bien la escasa cultura democrática española: de niños no queremos presentarnos a delegados de clase, de mayores no queremos ser presidente de nuestra comunidad de propietarios, nos quejamos de la gestión de los alcaldes pero el número de partidos independientes en los pueblos es aún muy pequeño. Estamos muy mal acostumbrados exigiendo democracia a los que asumen responsabilidades, para sin embargo no querer asumir práctiamente ninguna.

Entiendo razonable, por tanto, la reivindicación de los líderes de querer hacer un equipo "mínimamente a su gusto". Considero que tiene que haber un ten con ten, porque, como hemos ya insinuado en el caso del PSOE, si es el líder el único que elige la lista, no sólo es que la opinión de las bases no se sienta representada, es que ni siquiera se está garantizando que se vaya a elegir a los mejores: quizá su elección se deba al "cobro" de favores políticos.

La propuesta intermedia que planteo consiste simplemente en que el cabeza de lista tenga derecho a elegir a su "número dos" en caso de no coincidir éste con los resultados de la consulta. El segundo nombre más votado por los afiliados ocuparía, por tanto, la tercera posición en la lista, el tercero iría en cuarta posición, y así sucesivamente. Este sistema garantiza al líder tener a la persona con la que mejor vaya a trabajar, con él. A partir de ese punto, la opinión de los afiliados se vería muy reflejada, pues en la práctica "una vez elegido el cabeza de lista, exceptuando el número dos, el resto de la lista sería confeccionada según el número de votos obtenidos".

Un sistema de estas características además, fomenta el trabajo en equipo, y constituye un reto muy sano para el cabeza de lista, pues deberá tener la suficiente capacidad de liderazgo para dirigir un grupo en el que es posible que no estén sus preferidos, y, dicho sea de paso, ese es el tipo de líderes que necesitamos, los que sean capaces de sentarse a hablar con gente de pareceres diferentes, incluso dentro de su propio partido.

jueves, abril 11, 2013

Crisis política y democratización interna de los partidos

Llevamos casi seis años de crisis económica mundial y parece que no nos hemos dado cuenta aún de la que se nos avecina en España: una crisis política. La inutilidad de nuestros gobernantes, circunstancia acentuada, encima, por la corrupción, está haciendo que el voto se fragmente hacia dos partidos emergentes UPyD y IU que no parece, desde luego, aunque se empeñen algunos en decir lo contrario, que vayan a tener "el sentido de Estado" necesario para llegar a pactos estables de gobierno.

Francamente, no sé qué panorama nos espera, pero con UPyD + IU sumando alrededor de 50 escaños (si es que no llegan a sobrepasar a PPSOE, si la crisis económica se acentúa) parece razonable pensar que quieran cambiar la ley electoral y convocar nuevas elecciones con la nueva ley ya vigente. Y con tal horizonte, con la que está cayendo en Cataluña y con la crisis borbónica siempre de actualidad: no me extrañaría nada que se abriera un periodo constituyente en 2016 o 2017.

Cuando digo "parece que no nos hemos dado cuenta de la que se nos avecina", me refiero a que la participación "formal" en política está en horas realmente bajas, demasiado para lo que la realidad nos exige. El activismo de los años 60 y 70, previos a la crisis política de "la transición" pasaba por crear partidos políticos en la clandestinidad, para tratar de surgir con fuerza llegado el momento, ahora, ¿qué se está haciendo? El activismo de la gente de mi generación -y gente de diez años más- está evolucionando desde el "no nos representan", hacia potenciar los escraches y vaciar de contenido las reivindicaciones de "democracia participativa" que se hacían desde el 15M.

Ese populismo de "exigir soluciones" y "no articular una alternativa" dentro de la política institucional, puede acentuar la crisis política que vengo anunciando. Y es el momento de plantear alternativas para tratar de que evitar que esto ocurra. Es de cajón, más crisis política es igual a: menos eficacia a la hora de atajar la crisis económica, peor clima social. Así que algo habrá que hacer entre todos.

Creo que el gran reto político de estos próximos años es conseguir ilusionar a los abstencionistas para que vayan a votar, a los activistas para que se enrolen en un partido político y a los políticos con ideas a que den el paso para presentarse candidatos. Todo al mismo tiempo. Y creo que es nuestra responsabilidad aceptar que todas las fuerzas políticas son necesarias, que las obsoletas estructuras de PP y PSOE, aunque sean un peso muerto, sirven -aún- de dique de contención para que los otros partidos "no crezcan demasiado rápido". Al fin y al cabo el número de afiliados de PP + PSOE es de 1.400.000 personas, mientras que UPyD, por ejemplo, no llega apenas a unos pocos miles. No quiero ni imaginarme la catástrofe política que podría sobrevenir si un partido como UPyD -que no ha profundizado en casi nada su programa político- obtuviese casi de la noche a la mañana, mayoría absoluta. Bueno, tampoco me quiero poner agorero, porque donde quiero poner el acento es en que el número de afiliados de UPyD es francamente bajo comparado con su crecimiento en las encuestas: eso es lo que me preocupa.

Hay que potenciar la afiliación de gente con ideas en partidos políticos, y lamentablemente, ni PP, ni PSOE, ni UPyD, ni IU lo están consiguiendo. Cada cual tiene su mensaje y llega a quien llega y a nadie más. Hacen falta, pero hacen falta otras alternativas que terminen por ilusionar a ese 47% de abstencionistas que se estima. Y esas alternativas, bien se llamen partidos locales independientes, partidos regionalistas, ecologistas o partidos que defiendan de una u otra forma "simplemente" una mejora de la democracia: deben todos afrontar el reto de la democratización interna. Deben demostrar con hechos, como las listas abiertas internas, que el afiliado o que incluso el simpatizante, tiene poder real de decisión sobre los órganos de dirección de los partidos.

lunes, abril 08, 2013

¿Logran los escraches movilizar a los votantes de UPyD y PP?

Los movimientos sociales, y las plataformas de afectados por las hipotecas en concreto, tienen que espabilar. Tienen que despertar antes de que la burbuja de popularidad alimentada por la crisis les explote en la cara. ¿Por qué? Pues mis ganas de que los movimientos sociales no mueran de éxito se basan en un temor: que los partidos de centro-derecha y centro (es decir PP y UPyD) crezcan gratis; es decir, que el aumento de su popularidad haya de basarse en el miedo y no en una constatación de 'una mejora de la situación económica' o 'una profundización programática' respectivamente.

Basándonos en la encuesta de abril de 2013 de Metroscopia, observamos que con respecto al mes anterior la suma PP + UPyD aumenta un +3.9%, mientras que la suma PSOE + IU lo hace un +0.1%. Echando la vista un poco más atrás, desde el huracán Bárcenas, hay un electorado otrora fiel al PP que ahora es muy volátil. Que en función de los acontecimientos decidirá votar PP, votar UPyD, o abstenerse. Quizá (no ese mismo 4%) durante marzo, parte del potencial electorado de UPyD decidiría abstenerse por lo de Toni Cantó; y ahora ya en frío y sin que UPyD haya dicho nada nuevo aparte de intensificar su 'crítica a los escraches', observamos cómo se recuperan en las encuestas.

En aquella ocasión, con el tema Cantó, critiqué a UPyD por no hacer la más mínima autocrítica en su discurso. Les acusé de querer dividir a la población en dos: 'los indignados afines a los movimientos sociales' y 'los indignados que quieren a esos perroflautas, pero lejos'. Hablando vía Twitter -amablemente, por cierto, nada de escrache- con el diputado Gorriarán, le acusé ser incapaz de hacer la más mínima autocrítica (y él sólo por eso me identificó como un 'enemigo político que le proponía una humillación maoísta', qué bien).

Pero bueno, esto es España, y asumo que estamos tan acostumbrados a la crítica rastrera, que somos incapaces de indentificar la crítica sincera: la que se hace cuando se pretende que interlocutor reflexione. Pero, honestamente, no creo que el Sr. Gorriarán sea incapaz de hacer tal autocrítica, ¿para qué la iba a hacer? es mera estrategia política. ¿Qué más da que algunos discursos de UPyD sirvan para dividir a la población, si las encuestas -a medio plazo- les acaban dando lo que quieren?

Pero el caso es que la popularidad ciega a todos. Y desde el triunfo logrado por los movimientos sociales, tras la aceptación a trámite de la ILP de dación en pago, la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) se ha venido arriba. Tres días después del primer escrache, este tipo de activismo tenía una popularidad del 89%. Y casi un mes después tal 'acción', los escraches pierden popularidad. Lo revelador de la nueva encuesta que saca a la luz estos datos, no es tanto que en escasas cuatro semanas el apoyo haya bajado a un 78% ya, sino que haya aún un 37% de gente que 'no ha oído hablar de los escraches'. Pues bien, mucho me temo que si los escraches se generalizan, cuando toda esa gente 'ajena a los movimientos sociales' sepa lo que son; eso logrará movilizar aún más al potencial votante de PP o UPyD, gratis, insisto.

Si los movimientos sociales se demuestran incapaces de hacer la autocrítica necesaria para dejar de apoyar el escrache como 'tipo de activismo preferido', conseguirán justo el efecto contrario de lo que querían: que el centro y el centro-derecha vaya a votar. Cuando eso ocurra, y de nuevo, gratis, el voto del miedo a la derecha seguirá haciendo crecer a Izquierda Unida de manera sostenida, y éstos, crecidos, seguirán sin hacer la autocrítica necesaria para llevar un discurso integrador, que pueda representar a una gran mayoría. No me lo invento. El último anuncio de Llamazares va en la misma línea de la crispación: "Nace Izquierda Abierta-Madrid con vocación de crear un Frente anti PP". Poniendo en el discurso la confrontación por delante de las propuestas, sólo se arañan votos de los ya convencidos: sin aportar soluciones a la sociedad.

Si nada cambia, estaremos de nuevo ante las "dos Españas" del bipartidismo, pero con más partidos, con más crispación... y dicho sea de paso, con problemas de gobernabilidad para lo que salga de las siguientes elecciones. La crisis política no ha hecho más que empezar; así que no nos dejemos llevar por la indignación y pongámonos todos a trabajar para llegar a acuerdos entre las partes implicadas. ¿Para cuando un debate de propuestas entre Ada Colau y Carlos Martínez Gorriarán, por ejemplo?

sábado, marzo 30, 2013

¿Es realista esperar que el PP se reconvierta en un partido de centro-derecha federalista?

A riesgo de que me lluevan las críticas por tratar de analizar la crisis política España - Cataluña con honestidad e independencia, no puedo sino aplaudir la nueva actitud del Partido Popular, no sé si personificada en la figura de Mariano Rajoy, o respondiendo a una maniobra orquestada en parte por el Partido Popular de Cataluña. Estoy hablando de la última reunión entre Mariano Rajoy y Artur Mas, que ha tenido lugar esta misma semana, en la que Rajoy se ha mostrado dispuesto a ceder "con lo del objetivo de déficit". ¿Qué hay detrás de tales cesiones? ¿Es este gesto de Rajoy el gesto de un patriota dispuesto a "morir con las botas puestas"?

Tal y como me dispuse a analizar en este otro artículo -desde un punto de vista, por cierto, más pesimista de lo que la realidad está demostrando- sólo veía una manera de que la tensión con Cataluña se rebajase: que el Partido Popular accediese a debatir las propuestas de Mas. Esto tendría dos consecuencias importantes.

La primera, que CiU tendría que acceder a cambiar el discurso sobre el referendo de autodeterminación, "la consulta". Y bien, poco ha tardado Durán i Lleida en decir que está dispuesto a aplazarla, de 2014 a 2016. A partir de lo cual yo me planteo: si CiU está dispuesto a aplazar la consulta por circunstancias políticas, económicas o sociales, ¿no será que precisamente "la independencia" iba a agravar esas circunstancias? ¿Que la independiencia NO soluciona los problemas económicos? Si no, ¿a qué esperan para convocar la consulta hoy mismo? ¿Por qué siguen buscando hacer pactos con el PP sin hacer demasiado ruido?

Pues porque al ser CiU consciente de que en lo sucesivo les será muy dificil influir en la política nacional pactando con los gobiernos desde el Congreso -dado que el papel de "partido bisagra" le va a corresponder a UPyD - la única estrategia política que le queda a CiU es estirar y aflojar la cuerda de la independencia siempre que pueda. La van a explotar al máximo y de momento le está saliendo bien.

Y la otra de las consecuencias que venía anunciando, es una respuesta "intransigente" de UPyD. Así ha sido. Argumentan que es "impresentable" que se toleren déficits asimétricos. Es decir, que el techo de déficit para el siguiente ejercicio sea diferente dependiendo de qué Comunidad Autónoma se trate. Sin duda, no les falta razón es sus argumentos:  si se permite que Cataluña "pueda hacer menos recortes" para evitar su asfixia económica, ¿porqué no otras comunidades? Es verdad, y son coherentes. Pero el Partido Popular está consiguiendo algo importante con esta cesión: no ahondar en la división de la sociedad catalana y por extensión, de la española.

Pero, ¿qué podemos esperar del futuro? Pues bien, el PP ha conseguido algo, desde mi punto de vista crucial: hacer que se retrase "la consulta" hasta después de las siguientes Elecciones Generales. Cuando en tales elecciones UPyD logre suficientes escaños para presionar al gobierno de turno -sea del PP o del PSOE- para que "no pacte con nacionalistas", el juego de CiU habrá terminado y, sólo le quedaría una opción para mantener su influencia política: convocar "la consulta" en los días subsiguientes a tales elecciones generales, y "atrincherarse" en el Parlament, ya que en el Congreso será ninguneado por los siglos de los siglos.

Aunque el PP haya cedido, sigo viendo "la consulta" como algo inevitable. Considero, sin embargo, que si el PP se da la oportunidad de cambiar lo suficiente su discurso como para atraer a unos cuantos votantes "de centro-derecha catalanista", estaría abriendo una importante puerta para la convivencia: y para que en "la consulta", venza la "no independencia"

¿De qué estoy hablando? Estoy queriendo decir que el PP debe asumir la derrota ante el empuje de UPyD, pues considero que los votantes de "centro españolista" introducirán en su sobre la papeleta de los magentas. Con los recortes, la corrupción y ahora "estas cesiones a los catalanes" no tienen mucho que hacer. Sin embargo, como digo, con este tipo de cesiones "en pos de la convivencia" están demostrando una "nueva forma de patriotismo" que no vendría mal que explotaran.

Que se me entienda. Estoy hablando de "patriotismo" en el sentido de "hacer gestos para no dividir más a la población", y en ese sentido, una estrategia que considero que sería buena tanto para el Partido Popular de Cataluña, como para España, es "adelantar a UPyD por el federalismo". Es decir, que ponga sobre la mesa un modelo federal lo suficientemente atractivo para buena parte de los votantes de CiU y, que, bien vendido, no tendría porqué disgustar al resto del centro-derecha español. ¿Es realista esperar que el PP se reconvierta en un partido de centro-derecha federalista?

viernes, marzo 15, 2013

Sólo un suicidio del PP podría poner fin al desafío catalán

Quisiera equivocarme. Porque deseo que Cataluña se quede en España. En mi condición de internacionalista convencido, siempre pensé que la libertad de las personas en un mundo global es más fácil de garantizar cuando los marcos democráticos abarcan territorios más amplios. Los nacionalismos tienen a ser proteccionistas con lo suyo y a argumentar que son los de fuera los que les roban. Siempre pensé que cuantas menos diferencias legales haya entre territorios más fácil es la convivencia entre las personas, lo cual debería ser objetivo prioritatrio en política. Dicho esto, me parece más que evidente que si la respuesta a un nacionalismo es "otro nacionalismo", si la respuesta a un comportamiento despótico es "otro comportamiento despótico en sentido contrario", estamos condenados al fracaso si lo que queríamos era mejorar la convivencia.

Vivimos tiempos difíciles. Tiempos tan difíciles en los que, luchar por la convivencia debería volverse una emergencia: ¡es como si hubiéramos olvidado que la paz es un tesoro! Bien, ante la imposibilidad de dar propuestas serias ante la grave crisis de empleo y de dar confianza para que se vuelva a confiar en las instituciones, los partidos que no son PPSOE tienden a radicalizarse. Ya dediqué unas líneas a hablar sobre IUPyD, ahora me toca hablar de CiU. Y bien, ¿qué hay detrás del reciente cambio de estrategia con el que rompen con su nacionalismo catalán moderado para defender abiertamente la independencia?

Como castellano, y para empezar, no puedo sino respetar y tratar de ponernerme en el lugar de los que reivindican la independencia. Soy de los que piensa que no debería basarse la política en los sentimientos, pero ante todo, lo que no se puede es obviarlos. No soy catalán, luego insisto, como castellano, no puedo sino respetar las reivindicaciones de todos aquellos cuya realidad no conozco de cerca. Ahora bien, ¿es honesto que CiU pida la independencia de Cataluña? No, en absoluto. Me resulta mucho más honesto que pida la independencia ERC o que surja un partido como la CUP - Candidatura d'Unitat Popular. Pero no CiU.

CiU no, porque CiU es un partido que lo único que pretende es conservar su cuota de poder. Es un partido que forma parte de la oligarquía política, que ante la imposibilidad de combatir la crisis de empleo -recordemos que la tasa de desempleo en Cataluña en febrero de 2013 ha sido del 24% - y con unos cuantos casos de corrupción a su alrededor, prefieren "que se hable de otra cosa". No quiero decir con esto que la reivincicación de la secesión no sea sincera, ¡claro que lo es!, ¡claro que quieren separarse!, la pregunta es ¿por qué ahora y no antes?

Pues mire usté, todo parece indicar que fue el fracaso en la reunión que tuvieron Mariano Rajoy y Artur Mas sobre el pacto fiscal lo que precipitó todo. Pero es que era una reunión que estaba condenada al fracaso. Por un lado teníamos a un Rajoy que, al gobernar con mayoría absoluta, podía permitirse la soberbia de no dar su brazo a torcer. Lo cierto es que eran coherentes con su ideario y podían argumentar, con razón, que eran los de CiU los que no cedían. Pero es que además, pudo pensar, con fines electoralistas que, si cedía lo más mínimo ante las presiones de Mas en pos de la convivencia, sería fuertemente criticado por UPyD. El caso es que, con tal desastre en las encuestas - recordemos que en septiembre de 2012, el PP tenía el 30,9% y UPyD el 9,8% de intención de voto- los populares no podían permitirse el lujo de perder más apoyo electoral en favor del partido magenta.

Por otro lado, ante este panorama, y con la estrategia premeditada de convocar elecciones la semana subsiguiente a la reunión con Rajoy: Más lo sabía, y sólo por eso, aquel era el momento de pedir la luna. Sin embargo, no creo que Convergencia i Unió fuera a cambiar su estrategia -probablemente para siempre- por una coyuntura electoralista. La razón que hay detrás de la deriva soberanista de CiU es precisamente UPyD. El futuro es implacable, y estando las cosas como están, CiU sabe que jamás volverá a ser partido bisagra. Ahora el PP tiene mayoría absoluta, pero a partir de las siguientes elecciones, sea PP o PSOE el que gobierne -eso suponiendo que no se hundan hasta niveles insispechados-será con los magentas con los que tendrán que pactar. Así, los de CiU, ante la imposibilidad de influír directamente en el Gobierno -lo cual, dicho sea de paso, siempre supuso un agravio comparativo para el resto de Comunidades Autónomas para conservar su cuota de poder no les quedaba otra que optar por el soberanismo. Claro, porque en el futuro sólo tendrán un sitio donde conservarla: el Parlament de Catalunya.

La solución la veo realmente complicada, pues, en mi opinión, sólo hay una manera de que Cataluña se quede en España: suicidándose el Partido Popular. Es decir, el Partido Popular debería rebajar la tensión con Cataluña lo suficiente como para propiciar un nuevo intento de acuerdo en el pacto fiscal, y después debería aceptar el órdago de Más, a cambio de que los catalanistas apostaran por la convivencia desechando la deriva soberanista "para siempre". Dándole "a los catalanes lo que quieran", es verdad que se ahonda en el histórico agravio comparativo entre comunidades autónomas, lo cual será un argumento que podrá esgrimir UPyD para defender honestamente su programa; pero se dejaría sin argumentos a los de CiU. ¿Por qué?

Porque claro está que CiU plantea el "pacto fiscal" como algo que sabe que el Gobierno no aceptará, para poder tener excusa a la hora de plantear la independencia y conservar así su cuota de poder, allá donde se les deje: como en el Congreso ya será imposible, sólo les queda el Parlament. Pero, si el PP acepta su órdago para que renuncien a la independencia; ¿qué haría CiU después? Lo normal es que el triunfo en el pacto fiscal les hiciera ganar bastantes votos en Cataluña, pero se encontraría en una situación bastante delicada. Incoherente con sus proclamas del pasado al rechazar ahora la independencia y seguir sin tener poder de influencia real en el Congreso, seguirían perdiendo votos por su gestión de la crisis y sus casos de corrupción; ¿qué harán entonces para seguir ganando votos y conservar su cuota de poder? Pedir más y más, y Mas volverá a pedir dentro de un lustro otro pacto fiscal y si vuelven a decirle que no: pues volvería a un "me enfado y no respiro" pidiendo la independencia.

Pero en un lustro, o los años que sean, lo normal es que CiU haya terminado perdiendo bastantes votos. El PP, si bien es verdad que se hubiere suicidado en España, el pacto fiscal le hubiera hecho crecer electoralmente en Cataluña. ERC y CUP crecerían también bastante ante las incoherencias de CiU -entre otras muchas razones. Y los partidos que llevan un discurso conciliador para que Cataluña se quede en España -PSC y Ciutadans- lo normal es que también crezcan. Si bien es verdad que son dos partidos de diferente naturaleza, ambos tendrían ante sí el importante reto de dirigirse a los catalanistas moderados, para argumentarles desde la moderación que "mejor unidos". Ahora bien, aunque estos dos partidos afrontaran este reto con la responsabilidad que merece desde ya: si el PP no se suicida, mucho me temo que será tarde, y que Cataluña se convertirá en poco tiempo en un Estado independiente. Vayámonos haciendo a la idea.

miércoles, marzo 13, 2013

Menos AVE y más transporte de mercancías

La modernidad nos ha demostrado que la alta velocidad de pasajeros no sirve para mucho cuando se tiene una red de aeropuertos competitiva. Las aerolíneas de bajo coste funcionan bien y, salvo para trayectos cortos, viajar en avión es mucho más rápido que en tren. Salvo felices excepciones, como las líneas Madrid-Toledo, Madrid-Segovia, Sevilla-Córdoba y alguna otra del mismo estilo, es decir, capaces de conectar ciudades que no están mucho más lejos de 100 km, la alta velocidad como símbolo de progreso no es más que un mero espejismo

Así, levantar media España (y parte de Europa) para conectar ciudades lejanas mediante la alta velocidad, me parece un completo despropósito. No le veo ningún sentido a conectar Madrid y La Coruña, o Madrid y Lisboa, o Madrid y Bilbao. No para pasajeros: ya tenemos aeropuertos. Al menos las líneas ya construídas son las que conectan las principales ciudades, Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Málaga (y Valladolid, Huesca y Albacete, que no pillaban demasiado lejos). Pero sin ningún lugar a dudas, y sobre todo en tiempos de crisis, es necesario echar el pie a tierra y paralizar las obras de alta velocidad. De las que están en construcción, solo cotinuaría con dos de ellas: Santiago - Vigo, y Málaga -Sevilla.

A priori, no el resto. Es necesario hacer un estudio de viabilidad en la reconversión de todos esos proyectos en redes de mercancías, y comenzar, sin duda, por aquellos que potencien la industria, es decir, reforzar el tráfico de mercancías entre las zonas industriales y los puertos. Hay que aprovechar las zonas en las que ya se desarrollaba industria en España volverla competitiva con inversiones en I+D (recordemos que España está a la cola de Europa en esto de la innovación), pero también invirtiendo en ferrocarril de mercancías para ser competitivos a la hora de exportar.

Y bien, una de las grandes oportunidades que tiene España es, sin duda, Marruecos. Marruecos es nuestro segundo país vecino en población (tiene casi 32 millones de habitantes) y estamos explotando muy mal el comercio con este país. No puede ser que históricamente Francia siempre haya sido capaz de comerciar mejor con ellos, estando más lejos. Afortunadamente para España, la globalización y la lógica se acaba imponiendo y las últimas informaciones nos dicen que por primera vez, el comercio español con el Estado magrebí, supera al francés.

Si los españoles fuéramos capaces de potenciar eso, sería sin duda muy bueno para ambas partes: España y Marruecos. Y bien, vergüenza debería darnos que siendo un país líder en la construcción de infraestructuras, no tengamos una mínima inteligencia colectiva de hacerlas allá donde hacen falta. Las numerosas concesiones caciquiles de los gobiernos centrales, lo popularmente conocido como "el café para todos", nos han hecho perder totalmente la perspectiva. Porque así, a priori, y sin hacer un estudio serio, hay dos infraestructuras que hay que hacer con prioridad: el eje mediterráneo, que conectaría con una fuerte red ferroviaria de mercancias los puertos de Barcelona, Valencia y Algeciras, y así mismo, una línea (que formaría parte del corredor central) que vertebrara Andalucía y conectara Algeciras con Madrid (lo cual sería el primer paso indispensable para reforzar la red hacia el País Vasco y Galicia).