domingo, febrero 07, 2016

¿Por qué un acuerdo entre PSOE, PODEMOS y C's sería el más "plurinacional" y VALIENTE de los posibles?

Imagina que vas por una senda empedrada que tiene una barandilla a ambos lados, pero que a partir de cierto punto aparece una grieta en el medio del camino y para asegurarte, te ases con cada mano a una barandilla. Al principio esto es lo más seguro para no caerte, pero un poco más adelante -quizá debido a movimientos sísmicos- la grieta en el camino se hace más grande y cada vez llegas peor a ambas barandillas. Debes decidir a qué lado de la grieta te aseguras, ahora, sino lo haces pronto, corres el peligro de caerte dentro de la grieta.

Me imagino a Pablo Iglesias asiéndose a esas barandillas, haciendo buenos equilibrismos para no caerse durante los dos últimos años. Y ahora, tras las elecciones, aparecen los movimientos tectónicos y la grieta en medio del camino. De momento hay niebla y no se sabe muy bien cuán grande es la grieta y si su integridad corre o no peligro al continuar agarrado a ambas barandillas.

A un lado hay un gobierno de coalición en el que habría de mancharse y pactar hasta casi con el diablo, al otro está la labor de oposición al gobierno que surja de entre los otros partidos. La propuesta que está sobre la mesa -gobierno de coalición con PSOE y UP, con apoyo externo de PNV y ERC- no está ni a un lado de la grieta ni al otro. Ni come ni deja comer, ni intenta el gobierno de coalición más verosímil y estable si hay voluntad política -que es el que incluiría a PSOE y a C's- ni permite, con su abstención, gobernar al PSOE en solitario y luchar entonces por la hegemonía en la oposición. Pero ni una cosa ni la otra.

Os diré lo que pasa. De momento, PODEMOS está jugando a esconder el tablero de ajedrez, a zarandearlo para despistar a su contrincante, a hacer rotar la silla de este para ver si así se despista y comete errores fatales. No me extraña. La torpeza demostrada por nuestros viejos políticos puede dar a PODEMOS aún alguna que otra victoria por, como digo, error ajeno. Pueden ganar tiempo y dar golpes de efecto en ruedas de prensa. Sí. Pero los de "la casta" aprenderán a contrarrestar sus golpes, terminarán moviendo ficha, y PODEMOS tendrá que responder, por fin, con otro movimiento.

En cambio, seguir siendo el perro del hortelano, no elegir una de las dos barandillas: supone abrir la grieta bajo sus pies. O lo que es lo mismo, no haber sabido tomar a tiempo una decisión mejor que unas nuevas elecciones. Con el contexto actual, y con un Pedro Sánchez que está ganándose cierto liderazgo, que está teatralizando bien eso de mirar a derecha y a izquierda -sí, ahora mismo Pedro Sánchez está jugando el papel de líder transversal-, PODEMOS sería señalado como, al menos, corresponsable de que haya unas nuevas elecciones en España. Si eso ocurriera, ya tendré tiempo de analizar el nuevo contexto y valorar si les vuelvo a votar o no -soy de los que les gusta votar y creer que sirve par algo. Dependerá también de si el mapa de opciones nuevas se vuelve abrir, de cuál será el enemigo político a vencer y la forma más útil de luchar contra él mediante el voto, y etcétera. Pero ahora ese no es el tema.

Me parece bien que PODEMOS quiera entrar en el gobierno -lo celebraría si lo consiguiera- pero no me gusta que interpreten los resultados electorales únicamente en su propio beneficio de manera tan descarada. A mí me hubiera gustado que PSOE+PODEMOS hubieran logrado los 176 diputados, incluso que PODEMOS hubiera logrado el sorpasso. Simplemente, los números no dan, y PODEMOS está haciendo valer las prioridades electorales de las regiones en las que tiene confluencias, tratando así de eludir fisuras en tales acuerdos. Siendo así, propone mirar a Cataluña y pretender que sean los independentistas los que apuntalen un "frágil" gobierno "de progreso".

Mientras, PODEMOS parece querer ignorar que en el resto de España existe una mayoría en escaños del centro-derecha: 151 escaños de 303 supondrían una mayoría absoluta de PP y C's en "España menos Cataluña". Lo que propone PODEMOS, supondría que el peso de Cataluña en la investidura volvería a ser mucho mayor que el del resto de España -como ha pasado casi siempre en los últimos 30 años, salvo en la última legislatura. A PODEMOS se le llenaría la boca con que ese gobierno sería "plurinacional", pero pasaría lo de siempre: el resto de España volvería a estar infrarrepresentado en esa decisión de investidura.

Haciendo cuentas, sólo hay una posibilidad "plurinacional", es decir, que cuente con un apoyo amplio y equilibrado en las "dos supuestas naciones", tanto fuera como dentro de Cataluña; demos por bueno pues que "la clave catalana" ha de ser "la clave".

  • Un acuerdo de investidura de PP, C's y PSOE contaría con un apoyo de un 77,6% de los escaños de fuera de Cataluña (235 de 303), y con un 38,3% de los escaños dentro de Cataluña (18 de 47). Ciertamente, los lumbreras que buscan esto parece que desean que Cataluña se aleje de España.
  • Si en el acuerdo participaran PODEMOS, PSOE, UP, ERC y PNV, esto supondría un 48,5% (147 de 303) de los escaños de fuera de Cataluña, y un 61,7% de los escaños catalanes (29 de 47). 
  • En cambio, un acuerdo con PODEMOS, PSOE y C's equivaldría al 57,4% de los parlamentarios no catalanes (174 de 303) y el 53,2% de los catalanes (25 de 47).
Siendo consciente de la dificultad de este acuerdo, lo que yo le pido a PODEMOS es que juegue sus cartas con el PSOE, que exija ministerios -como no puede ser de otra manera- pero que negocie también con C's. Lo importante es que la gente, la sociedad catalana y la del resto de España, vea en la mano tendida de Pablo Iglesias a Albert Rivera, soluciones razonables para la cohesión entre Cataluña y el resto de España a las que C's no pudiera negarse. Y si se niega, si C's sigue obstinado en no ir con PODEMOS ni a la vuelta de la esquina, entonces C's sería el que, ahora sí, quedaría retratado como el "responsable" de llevar al país a nuevas elecciones. Considero que éste sería el órdago bueno, el órdago transversal y plurinacional. Sería, desde luego, una iniciativa valiente, pues se le daría a C's la oportunidad de mancharse las manos también y empezar a demostrar cosas desde la gestión; y a PP y a IU se les dejaría los papeles de oposición. Eso es, oposición a la derecha, pero también a la izquierda. Sin miedo.

Y si PODEMOS no se atreve, entonces que mueva otra ficha, ya sea la de abstenerse en una investidura de Pedro Sánchez y currárselo a largo plazo desde la oposición durante los cuatro años de legislatura, o que declare abiertamente que desea elecciones. Y que sea la gente la que juzgue.

viernes, febrero 05, 2016

Los catalanes han contribuído más que los madrileños en mantener el bipartidismo

Allá por la primera legislatura de Rodríguez Zapatero, cuando la política antiterrorista se utilizaba como arma arrojadiza, cuando a pesar de que la economía parecía ir bien, otras voces... "transversales" empezaron a tener su espacio. UPyD. Lejos de aglutinar a todos esos cien mil y pico votantes (que en 2011 llegaron a ser más de un millón) en torno a un programa de máximos, para un nutrido número de esas personas, sólo alguno de sus símbolos era clave para llevarles a acabar votándoles. La novedad. La idea de romper la dinámica bipartidista desde lo transversal. La posibilidad de compensar desde otras posiciones la eterna influencia de los partidos nacionalistas catalanes y vascos en el gobierno central. El cambio de la ley electoral.

UPyD cayó en la arrogancia de creer que una eterna Rosa Díez podría "seguir representando" la novedad, de repetirse "la transversalidad soy yo" (y el 15M son unos cafres) y creer que la gente que les había votado lo había hecho por coincidencia casi absoluta con su programa político original. Que no debían evolucionar al ritmo de los acontecimientos, sino permanecer inmóviles. Sumidos en una decadencia más injusta de la merecida, pues es de reconocer su gran labor contra la corrupción, ya sabemos cómo terminaron. Y el heredero de su espíritu, que considero que es más PODEMOS que C's, pues éstos últimos ya no representan en ningún caso el cambio sino que son una suerte de celestina entre los partidos del turnismo -y revitaminados mediáticamente en 2015 para contrarrestar a PODEMOS- sí parece tener algo que decir para plantar cara a los retos actuales, como la crisis de empleo, la crisis humanitaria, etc. Sin embargo, "olvidan" algunos de esos símbolos transversales de UPyD, que aún resisten en las cabezas de los ahora votantes de PODEMOS. Entiendo que electoralmente PODEMOS necesite centrar sus prioridades en mediar en todas esas cosas de nacionalistas, pero ¿cuándo las regiones no nacionalistas serán también prioridad?

Por dar un dato, en los últimos treinta años, el porcentaje de diputados catalanes que han votado a favor de la investidura del presidente ha sido siempre mayor que el porcentaje de diputados madrileños -salvo en la legislatura de Rajoy. Quiero ser claro: si he votado a PODEMOS no es para que ahora, de nuevo, se transija con las prerrogativas de los nacionalistas (ahora independentistas), se busque una investidura que habría de contar con el 62% de los votos afirmativos catalanes -o quizá alguna otra combinación con abstenciones, unas cuantas más- y sólo un 44% de los escaños madrileños.


Insisto. La práctica totalidad de los presidentes del gobierno de España han sido investidos con mayor beneplácito catalán que madrileño. De alguna manera, los catalanes han contribuído más que los madrileños en mantener este turnismo podrido. Obsérvese que si CiU, ERC y PNV hubieran renunciado a ser bisagras, PP y PSOE se hubieran visto obligados a coaligarse en algún momento, desalojando a izquierda o derecha algún importante espacio político en la oposición, ¿Anguita? Bueno, sabido esto, ¿puede saberse entonces qué es eso de la plurinacionalidad? ¿Ha de significar que Madrid, Castilla, Nocataluña, o la nación española en la que quiera que Carabanchel se encuentre, va a tener más voz propia en el Congreso? En esta, mi "nación", no me parece que exista una inquina especial contra los catalanes. No existe un nacionalismo español mayoritario con vocación de contrarrestar el "procés" como prioridad, pero sí que existe cierto hartazgo de que los catalanes hayan apuntalado durante tanto tiempo el sistema turnista español, aportando (casi) siempre a cada una de las investiduras a Presidente del Gobierno más votos que otras CC.AA.

Ignoro si para el stablishment catalán la independencia es un objetivo real (yo creo que no), pero, desde luego, la posición de bisagra eterna les ha dado a lo largo de los últimos treinta años una posición negociadora ventajosa con respecto a otras regiones. Ahora que ya hay más pluralidad fuera de Cataluña me parece una falta de consideración hacia los nocatalanes que la "plurinacionalidad de PODEMOS" sea de nuevo, más Cataluña.

No me gusta el nacionalismo y pienso que todo lo territorial debería quedarse en segundo plano; por eso me parece mal que PODEMOS busque a ERC para facilitar la investidura. Con los números que nos ofrecen los resultados electorales, en mi opinión, no hay gobierno bueno posible. Si no hay elecciones, parece que el PSOE estará en el gobierno o influirá mucho; en tal caso, me parece bien que PODEMOS entre en el gobierno: no podemos fiarnos del PSOE. Tampoco podemos fiarnos de C's, ni del PP... ni del propio PODEMOS... y sin querer decir que sean iguales (que no lo son), quizá lo mejor para esta coyuntura es que aprendan a pactar y que se aten en corto mutuamente para que ninguno de los tres tenga demasiado poder.

Así pues, despejando la ecuación: si no quiero que los catalanes vuelvan a condicionar el gobierno en mayor medida que los demás (como "es tradición"), un tripartito C's, PSOE y PODEMOS puede que tenga sus virtudes. Al menos, la del re-equilibrio de los apoyos territoriales: si fructifica, contaría con el beneplácito de un 53% de los parlamentarios catalanes y el 58% de los parlamentarios madrileños. ¿Qué tendría de "peor"? Después de todo, PODEMOS ya le ha propuesto gobierno al PSOE y ¿acaso tan menos de derechas es el PSOE que C's? ¿Qué habría de aceptable en un acuerdo con el PSOE del artículo 135, de la gran coalición europea... que hiciera tan inaceptable buscar un acuerdo programático con C's? Pactar con el PSOE, ya era pactar con el diablo.