jueves, junio 07, 2007

El sexto tour que ganó Induráin

¡Escriba el nombre de su ciclista favorito seguido de un espacio y de la palabra DOPAJE en el motor de búsqueda de Google...!

Como un buitre carroñero he ido buscando información sensacionalista y nada constructiva por la red. Que si un 77,8% de los corredores de Telekom que corrieron en 1996, han reconocido a día de hoy haberse dopado. Que si entre los primeros de la clasificación de esa edición había varios Festina, protagonistas en 1998 del gran escándalo. Que si Luttenberger, Ugrumov, Escartín y Olano también fueron presuntos... Y encabezando la lista de todos estos infames, destinados, se supone, a suceder a Don Miguel (11º en 1996) : Bjarne Riis.

Con mi búsqueda, casi consigo colocar a Induráin el 1º. Pero no: entre toda esa basura no he hallado nada referente a Tony Rominger, 10º en 1996 y antaño gran rival de Induráin. ¡Lástima! En fin. Hace tiempo que no creo a los ciclistas (aunque generalizar es más feo que pifio)... pero mucho menos a los periodistas.

Dice un poema reutilizable:

Como una playa en invierno,
como el Sahara,
desierto.

así considero que quedó el Tour de 1996 y el de 1997 y el de 1998 y ya puestos... todos los demás. Pero he aquí la solución: ahora que los realities están de moda, podrían recluir (con todo el debido respeto, por favor, ¡no vayan a malpensar al haber dicho la palabra reality) a todos los corredores de estas ediciones en un mágico lugar donde se les impida doparse y puedan correr con igualdad de condiciones y disputen de nuevo esas ediciones. Once años después. ¿Que no? Lo que molaría ver a Don Miguel de nuevo tras tanto tiempo... en plan regreso monumental. ¿Ganaría?

Claro.

miércoles, junio 06, 2007

Viva Trabenco

Sin ningún ánimo de alentar al libertinaje académico, romperé una lanza por que abunden iniciativas como la que se lleva a cabo en un colegio público de Leganés. Inserto aquí parte texto periodístico que lo trata (de El País) y subrayo las ideas que me resultan de más interés:
Unas 100 personas se concentraron [el sábado 2 de junio] a mediodía junto al pabellón infantil [de la Feria del libro], en el Retiro para pedirle a la Comunidad de Madrid que deje "en paz" su colegio. Cada uno llevaba su libro favorito y portaban pancartas con mensajes como "No quiero que me tapen la boca cuando digo no quiero" o "En un lugar de Leganés de cuyo cole Esperanza no quiere acordarse". Aseguran que el Gobierno de Esperanza Aguirre quiere acabar con su modelo educativo, un sistema sin libros de texto ni exámenes reconocido oficialmente.
"Pretenden cambiar los profesores y eliminar la media hora de lectura con la que empezamos cada día", asegura Jesús Ramé, padre y ex alumno. Trabenco, abierto por una cooperativa hace 35 años, fue uno de los dos centros de Madrid, junto a Palomeras Bajas (Vallecas) que no presentó a sus alumnos de sexto a las pruebas de nivel obligatorias que la Comunidad convocó el 29 de mayo. Creen que el examen no sirve "para nada". "No nos guiamos por programas cerrados, enseñamos a los chicos a pensar", añade la profesora Marisa Víctor. Y eso incluye desde enterrar piezas falsas de arqueología en el patio para investigar a los íberos a un taller de novela para niños escritores.
"Ahora que se falta al respeto a los profesores y abunda el absentismo, deberían tenernos en cuenta", asegura Ramé. Y pone de ejemplo su propia experiencia. "Yo no supe lo que significaba hacer pellas hasta que no salí de Trabenco para ir al instituto". >>
Se debería seguir el ejemplo de este colegio, sin duda alguna. Si bien es verdad Esperanza Aguirre no haya contribuido positivamente a su desarrollo, tampoco creo que sea suya toda la culpa de los fracasos de España en el sistema educativo. La culpa está en que la sociedad no se ha adaptado bien a la globalización y aún no a aprendido a educar con las nuevas variables.
La enseñanza debe ser libre, pero tiene que haber unos mínimos comunes. Por ejemplo, me parece una sinrazón negarse, como hace este colegio, a hacer la prueba de nivel de primaria: si tan preparados están, digo yo que aprobarán. Mínimos que no deben atosigar, pero que deben garantizar la calidad del librillo de cada maestrillo.

domingo, junio 03, 2007

No te vayas a Aranjuez

Uno de los días más felices de mi vida será el que descubra a alguien que no sea de mi familia que sepa lo que significa esa frase en determinado contexto. Debe de ser un localismo de una zona concreta de Castilla... pero mi abuela es de Leganés, la familia de mi abuelo de Talavera de la Reina, Aranjuez no está muy lejos de Madrid, donde vivo y sin embargo no conozco a nadie que sepa lo que significa "irse a Aranjuez".

¿Cuántas veces me habrá dicho mi abuela "no te vayas a Aranjuez"? No sé. Sin éxito, he buscado en internet a alguien con quien compartir mis experiencias y me he topado con una noticia que hablaba de un estudio del neumólogo Friedrich Bischinger, cuya conlusión era que meterse el dedo en la nariz e ingerir lo hallado es saludable. Si lo dice un médico...

Necesitamos urgarnos la nariz porque los pañuelos no llegan y siendo de instinto el rascarnos, el dedo va para adentro. Y ajeno al aprendizaje es el llevarse un dedo a la boca, se hace ya desde los primeros días de vida. Pero es de mal gusto. Los cánones del decoro (creados probablemente por una especie de instinto social que tendría por objeto defender a los ojos de cosas feas) dicen que no es correcto rascarse el culo, lamer un plato, peerse, colocarse la ropa interior en público, eructar y como no, irse a Aranjuez. Y esos cánones están ahí por algo, claro.

Sin embargo, critica el Dr. Bischinger a mi abuela. Comenta que deberíamos animar a los niños a que se coman los mocos, pues así servirían éstos de vacuna natural y gratuíta contra las bacterias. Curioso. La naturaleza es sabia.