sábado, febrero 28, 2009

Determinismo político

Si bien el determinismo cosmológico afirma que el universo (sistema cerrado) se rige por unas leyes físicas inquebrantables, incluyendo las decisiones humanas que son resultado de la actividad cerebral; y que, en consecuencia, todo lo que acontece sucede así porque nunca podría haber sucedido de otra manera: el determinismo político sería una cosa bien distinta.

El ser humano como especie, es un sistema abierto dentro del conjunto del universo, con lo cual el devenir del ser humano es totalmente indescifrable, es decir, prácticamente azaroso. Y es por esa razón que aunque se asuma un determinismo cosmológico, el ser humano conserva su libertad y su libre albedrío al considerar su propio punto de vista.

Con lo cual, las formas de organización, sus comunidades, sus países, han sido creados para disfrazar de orden la caótica realidad de la naturaleza humana, consiguiendo así que a pesar de lo inescrutable del destino y de la frustración que conlleva esta ingorancia, la política podría hacer que la gente pudiera llegar a considerarse partícipe del devenir social de su comunidad.

Sin embargo, aunque la política debería ser una cuestión útil, fácil y accesible para todos, la realidad es bien distinta. La burocracia y la palabrería no son más que herramientas inútiles para el ciudadano de a pie, que solo sirven para alejarle de aquellos que se mantienen en el poder y toman las decisiones y para que éstos se perpetúen en su trono.

La política se hace sumamente complicada. Es necesario descifrar de los oradores, qué mensajes son realmente sinceros, qué propuestas son beneficiosas de verdad (en lugar de parches que quién sabe si se está creando a largo plazo un nuevo problema). Tantos países, tantas corrientes, tantas propuestas, tantos intereses, tantas teorías que venden la panacea... y tan poca información a la vez. No podemos saber cuál es el camino correcto cuando no sabemos qué necesitamos de la política.

Es inaccesible, precisamente por eso, porque la información que se tiene es confusa y contradictoria. Porque aunque se tenga la mejor teoría para salvar a la humanidad de sus propios desastres, las corrientes de opinión ya están previamente establecidas y los medios de comunicación relevantes son oligopólicos.

Es decir, el destino político de la humanidad está determinado por las corrientes, los cambios serán tan lentos que la contribución de cualquier persona será tan insignificante que cada vez tendrá menos valor.

Esto no tiene porqué ser malo. Hay personas que aceptan el sistema político actual como la mejor forma de caminar hacia el orden social. Al igual que muchas personas explican el caos del Universo con un dios. El orden, sea del tipo que sea, da cobijo y tranquilidad natural al ser humano. Para los que no lo aceptamos, lo mejor que podemos hacer para nuestra felicidad es buscar otro tipo de orden en otros ámbitos: es decir, luchar por nuestra libertad de otra manera en lugar de chocarnos con el muro construido por los poderosos.

Esto nos hace creer en "el determinismo político". El concepto es burdo, casi absurdo, tanto como el concepto de azar, pero la cuestión es que en la práctica es cierto. Las decisiones las toman otros y nosotros no pintamos nada.

viernes, febrero 27, 2009

El determinismo cosmológico

Todo está determinado por las leyes físicas, por las fuerzas de atracción entre cuerpos. Del destino no se puede huir, pero no sabemos cual es nuestro destino. Dicho de otra forma: una persona es un sistema abierto con la particularidad de que puede observarse a sí mismo. Esto quiere decir que es sólo una parte de un todo (sistema cerrado = universo entero) del cual sí que se podrían sacar las ecuaciones a partir de las cuales se podría determinar el futuro. El problema es que no hay forma humana de modelizar todo matemáticamente, de manera que desde el punto de vista del observador, el sistema abierto que él mismo constituye, se comporta dentro del todo de una forma aparentemente azarosa y que de hecho en la práctica lo es.

El determinismo cosmológico está perfectamente vigente en la actualidad y desde una prespectiva atea. Hay una gran diferencia en decir "esto es así porque dios así lo quiere" que "esto es así porque las leyes de la física demostradas por el ser humano demuestran que es una teoría a considerar como válida", por ejemplo, la teoría del big bang. Algunos teleólogos (y teólogos) dicen haber comprendido la esencia de dios y haber logrado de esa forma la felicidad, lo cual, a poco que uno se pregunte por el futuro y caiga en la cuenta de lo caótico que es el destino (en el sentido de que es humanamente impredecible) es un logro. Sólo que dios no existe. De hecho dios fue creado por el hombre entre otras cosas para resolver esta cuestión estoica.

Es absurdo que un creyente le diga a un ateo: "no ves que Dios existe porque no comprendes su esencia", ante lo cual, el ateo responderá "para que tenga esencia tendrá previamente que existir", o bien "explícame la esencia", a lo que responderá "para que la comprendieses tendrías que tener fe", entrando en círculos viciosos que nos impiden avanzar en el conocimiento. Luego el concepto filosófico de "dios" es inestudiable, y sin evidencias de que algo superior aún a la naturaleza de la energía, haga que ésta exista no hay ninguna razón para pensar que existe además de como concepto.

El error del determinismo cosmológico de los antiguos reside precisamente en consideraban posible que hubiese personas tan sabias que llegaran a conocer el destino. Eliminando eso, ¿hay acaso alguna diferencia en la práctica entre que el destino esté escrito pero no lo podamos conocer, y que no esté escrito? Volvemos a lo de los sistemas: desde el punto de vista del observador no hay nada escrito, porque el resto del sistema es ajeno a él. Desde el punto global sí está todo escrito. Por las leyes físicas, incluidas, por supuesto, las reacciones químicas del cerebro que dan lugar a pensamientos y decisiones.

Pensar que hay algo que no está determinado, es pensar que el universo no es un sistema cerrado, es decir que hay algo "de fuera" del universo que interacciona con él. No tengo ninguna razón para pensar que haya además de nuestro universo (nuestro todo), un inframundo en el que viva dios, o una cuarta o enésima dimensión con otro/s universo/s que podamos considerar "que está/n fuera del sistema". Ni siquiera podemos considerar más dimensiones, además teorías cuyas explicaciones parecen cuentos de niños y rollos teológicos al mismo tiempo... como la de cuerdas.

lunes, febrero 16, 2009

Iglesia, educación sexual y aborto

Si bien es cierto que la Iglesia Católica es la única institución que plantea a gran escala una ofensiva moral en contra del aborto, y que por tanto coincido con sus seguidores en el punto en que nos congratularíamos infinitamente si viésemos en las estadísticas un importante descenso de las cifras de abortos; me planteo, sin embargo, la posibilidad de que, indirectamente, la Iglesia no haga sino contribuir al aumento de las cifras.

Esto deberíase a que, para empezar, dado el poder que la Iglesia tuvo durante el franquismo en cuestiones de educación -con el inmovilismo, represión y tabúes que traía esto consigo- la fuerza de las ideas que han de contrarrestar esa batería de valores retrógrados -ideas, venidas desde sectores bien diferentes- viene siendo necesaria para contrarrestar el poder que la Iglesia tiene sobre los valores morales de la sociedad.

La razón por la que es necesaria esa fuerza en las ideas para contrarrestar ese poder de la Iglesia, es tan simple como que basan toda su moral en que dios -que recordemos que no existe- dice que tenemos que amar al prójimo y como tenemos que amarlo. Su inmovilismo basado en la Biblia, es incapaz de incluir una moral justa con nuevos valores y formas de ver las relaciones entre personas que se dan en la sociedad moderna.

Por poner un ejemplo simple y concreto: cuando se escribieron los libros que componen la Biblia -que recordemos que son libros de fábulas, nada de palabra de Dios- no existían los anticonceptivos (aparte del tema de los intestinos de animales, seamos serios), y sin embargo, el hombre ya llevaba miles de años siendo consciente de que eran las relaciones sexuales las causantes de los embarazos. Por tanto, para una época en la que la castidad era la única solución efectiva contra los embarazos no deseados, en cierto modo era útil escribir libros moralistas si lo que se quería controlar era la natalidad. Y claro, para convencer de aquello al vulgo, necesitaban inventar el concepto de "lujuria" y de "infierno".

Pero los tiempos han cambiado. El sexo es algo natural entre los animales, y los tabúes extendidos por la Iglesia van desapareciendo poco a poco. Ahora bien, el problema aparece cuando la sociedad se queda a medio camino entre la liberación sexual y la represión. Ocurrirá entonces que el tabú y la rebeldía convivirán caóticamente. La rebeldía, que por sí misma no es mala pues contribuye a la libertad del individuo, trae sus consecuencias negativas cuando el rebelde a su vez es un ignorante.

Y aunque al decir "ignorante", estoy poniendo de manifiesta cierta connotación peyorativa: los ignorantes lo son al ser víctimas del desdén que tienen con ellos las fábricas de valores de la modernidad. Internet y la televisión son dos de esas fábricas. Y otra de ellas es el propio grupo de amigos, cuyos miembros también padecen de las influencias de esas dos fábricas primarias. Son monstruos que se hacen incontrolables para los que pretenden educar a sus hijos de manera adecuada, entendiendo por adecuada: hacer de ellos personas libres y capaces de conseguir ser felices.

Monstruos que tratan las cuestiones necesarias para la construcción de la personalidad del individuo, de una manera totalmente ajena a él y por tanto impersonal. Si se acribilla a los jóvenes con esa información confusa, y no se afrontan, desde el núcleo de la familia, cuestiones como sexualidad, antes recibir esa sobrecarga de información: estaremos dejando que esos jóvenes se conviertan en unos rebeldes ignorantes.

Una de las consecuencias nefastas de una mala salud sexual de la sociedad es el creciente número de abortos año tras año. El aborto es un acto contranatural que, aceptado moralmente por algunos sectores, puede ser entendido como un derecho en una sociedad sexualmente sensata. (Aunque veo necesario aclarar que yo no puedo verlo como un derecho.) Ahora bien, si no se cumple esta premisa -que por otra parte es subjetiva: ¿en qué momento se podrá considerar que la sociedad es sexualmente sensata?- ha de anteponerse el deber de la sociedad de formar sexualmente a sus jóvenes para evitar que cometan errores incorregibles, al hipotético derecho de los mismos a abortar.

Surge un nuevo problema: ¿como educar sexualmente a nuestros jóvenes sin que la Iglesia, sus medios afines y muchos padres pongan el grito en el cielo cuando se plantea algo así? No entienden que ahora ya sólo hay dos opciones: hablar de sexualidad o comercializar cinturones de castidad. Es decir sólo hay una opción. Así pues, la Iglesia, con su posición inmovilista está alimentando al "tabú" y con ello, a las críticas que hacia ella se vierten, lo cual alimenta a la "rebeldía".

Los jóvenes (cuyo cerebro haya tenido la suerte de no haber sido lavado con éxito por alguna religión) tienen más fácil la tarea de darse cuenta de que dios no existe, y asimilan las críticas a la Iglesia con más facilidad. Lo malo es que muchas veces esas críticas no vienen acompañadas de otros valores morales, sino que más bien son suministradas por los medios de comunicación -que esencialmente son amorales- y como consecuencia van apareciendo cada vez más jóvenes, rebeldes ignorantes y irresponsables, que claro, quieren comerse el mundo.

Por tanto, la Iglesia, con su perseverante actitud de difundir su moralina, es cómplice del aumento del número de abortos, al hacer que "la salud sexual" se quede cual funambulista confundido en mitad de la cuerda floja. A un lado :la castidad, a otro la liberación, y en el aire: la confusión y la irresponsabilidad. La liberación sexual es un hecho. La asignatura pendiente es la salud sexual.

La solución es informar a los jóvenes de todos los secretos y peligros que esconde la sexualidad. No se puede quedar todo en tres clases en total entre sexto de primaria y segundo de ESO -lo que a mí me dieron- en las cuales te dicen que los preservativos existen, te ponen diapositivas con los órganos sexuales y regalan compresas a las niñas. Y luego están las campañas que se lanzan desde el gobierno, en fin. ¡Insuficiente! ¡Tremendamente insuficiente!

miércoles, febrero 11, 2009

La isla de la muerte

¿Pena de muerte?

Para responder a esa pregunta hay hacer primero una reflexión profunda acerca de las cárceles. ¿Para qué sirven?, ¿sirven para que los reclusos experimenten la soledad y la exclusión, sirviendo ésto para que se desarrolle en ellos un sentimiento de culpa y un propósito inequívoco de enmienda? ¿o más bien sirven para separar de la sociedad a los individuos que, por haberse probado que en acto son peligrosos, se les sigue considerando potencialmente peligrosos?

Las cárceles y las penas deberían utilizarse en primer lugar para disuadir al resto de ciudadanos de cometer delitos: y es indudable que si un ciudadano (a menos que sea un suicida) ve amenazada su cabeza, se lo piense más de dos veces antes de cargarse a alguien. Por tanto, en este sentido, con la pena de muerte se mataría a un asesino pero se salvarían indirectamente muchos inocentes, al descender el número de asesinatos.

Esto tiene una respuesta inmediata claro, alguno me dirá: ¡el que mata, cuando mata no piensa en cuantos años le van a caer o si le van a matar! Es más, se dirá que en muchos casos no espera que le descubran. Es discutible.

Pero la principal cuestión es si debe invertirse más dinero en rehabilitar a los reclusos, lo cual no deja de ser mala idea... pero acarrea otra cuestión: ¿no sería mejor destinar ese dinero en mejorar la educaciíon de los jóvenes para evitar crear nuevos criminales? Yo creo que sí.

Pero tengo una alternativa a la pena de muerte: la isla de la muerte. ¿Y que es la isla de la muerte? Pues es una hipotética isla del pacífico a la cual van desterrados los reclusos más peigrosos del mundo, de manera que los estados se ahorrarían el dinero de alimentarles y los dilemas sociales. Pues bien, a los reclusos (y reclusas) de la isla no les queda más remedio que gestionar los recursos de la isla y convivir, y por tanto serán ellos los que se hacen sus propias leyes, al márgen del resto del mundo. Como son asesinos: o matas o te matan, o todos quietos... y supongo que habría de todo un poco y que a la larga se convertiría en una sociedad muy parecida a la de cualquier otro país... pero así al menos no son peligrosos para la sociedad normal. Se llema isla de la muerte porque el que entra no sale vivo (puede morir de viejo, pero en la isla).

lunes, febrero 02, 2009

¿Qué es el partido SAIn?

El partido SAIn es un partido que entre otros métodos de difusión utiliza los carteles, pegándolos por la calle, para que aunque solo sean algunos de los que están interesados en que se solucionen los problemas que denuncian. Y denuncian ante todo la opresión que ejercen algunos seres humanos sobre otros. La manera de ponerlo de manifiesto en esos carteles es utilizando en cierta medida la sátira, caricaturizando al presidente del gobierno y escribiendo titulares del tipo "APADRINA A UN BANQUERO".

Lo "normal", tal y como está planteado el mundo hoy en día y su sistema político, es que esa presentación produzca rechazo y concluyamos que no son más que otra "panda de quijotes". Sin embargo, en contra de lo que puede considerarse productivo y lejos de querer seguir alimentando a monstruo del bipartidismo que irremediablemente ya gobierna y va a seguir gobernando el mundo, después de ver uno de esos carteles me interesé por esta nueva opción.

Coincido con ellos en que el hambre en el mundo es un problema político y que por tanto, tendría solución si hubiese voluntad política. También coincido en que la prioridad de un gobierno tiene que ser proteger a la gente del paro y de la precaridad laboral... si no se ponen esfuerzos en esto, todo lo demás da igual. No se puede dejar el problema del empleo en manos de los empresarios. Como no, también estoy de acuerdo con ellos en que la comunidad internacional debe hacer serios esfuerzos para terminar con la explotación infantil. También hablan de la especulación inmobiliaria, de los sueldos de los políticos, de acercar la democracia a los ciudadanos y etcétera. En definitiva, quieren denunciar los verdaderos problemas del ser humano. Y plantean soluciones (que no parches). Además, se declaran "internacionalistas" y eso me gusta.

El partido fue fundado por miembros del "Movimiento cultural cristiano". Y para un joven librepensador del siglo XXI como soy yo, cualquier cosa relacionada con la Iglesia produce cierto rechazo inicial. ¿Por qué? Pues primero porque es totalmente anacrónico que siga habiendo personas que crean en un dios tal y como lo escribieron unos señores de la antiguedad en ese libro llamado biblia (no ataco la idea de dios como tal). Porque es una evidencia el hecho de que al menos en otra época la Iglesia ha hecho sentir culpable, ha oprimido e incluso ha aseisinado a aquellos que se mostraban contrarios a sus directrices; y eso no me gusta. También, obviamente, porque he sido influenciado por una buena cantidad de informaciones y morralla dispensada por ciertos medios de comunicación que acaban por concluir que todo lo que dice la Iglesia es malo (tampoco es eso).

Bueno, el caso es que abriendo la mente y haciendo un ejercicio de tolerancia, uno se da cuenta de que la gente que integra ese partido no son más que personas con buenas intenciones y con una determinada creencia, que no te intentan convencer de nada y que a su vez son tolerantes. Pues bien, he aprendido a ver el lado amable de la Iglesia, y aunque a los librepensadores a veces nos cueste trabajo verlo, creo que es bastante grande.

Mucha gente opina y maldice sin saber, sin haber escuchado ninguna historia en primera persona. Hace diez días escuché a un miembro de la comunidad de San Egidio contar cómo participó en el proceso de paz de la guerra de Mozambique. Sólo quiero decir una cosa... a veces se nos olvida que la Iglesia también es eso. No es sólo esa institución retrógrada que te dice lo que tienes que hacer sin decirte porqué. También sabe tener un espírutu conciliador, que ciertamente puede ser positivo para los tiempos que corren. Recalco: puede ser.

Volviendo al tema principal, aunque discrepo con la idea de dios que tienen sus miembros y quizás no comparta al 100% el planteamiento que hacen en torno al aborto (por exagerar, a priori, con su postura doctrinal en torno a la pildora del día después... aunque aún no he presenciado ningún debate en torno a ello); en general me parecen muy contructivas las ideas de este partido, Solidaridad y autogistión internacionalista, y probablemente les vote. Me parecen mucho más honestos que el resto de partidos.

Enlaces: Partido SAIn en Wikipedia, página oficial.