Uno de los días más felices de mi vida será el que descubra a alguien que no sea de mi familia que sepa lo que significa esa frase en determinado contexto. Debe de ser un localismo de una zona concreta de Castilla... pero mi abuela es de Leganés, la familia de mi abuelo de Talavera de la Reina, Aranjuez no está muy lejos de Madrid, donde vivo y sin embargo no conozco a nadie que sepa lo que significa "irse a Aranjuez".
¿Cuántas veces me habrá dicho mi abuela "no te vayas a Aranjuez"? No sé. Sin éxito, he buscado en internet a alguien con quien compartir mis experiencias y me he topado con una noticia que hablaba de un estudio del neumólogo Friedrich Bischinger, cuya conlusión era que meterse el dedo en la nariz e ingerir lo hallado es saludable. Si lo dice un médico...
Necesitamos urgarnos la nariz porque los pañuelos no llegan y siendo de instinto el rascarnos, el dedo va para adentro. Y ajeno al aprendizaje es el llevarse un dedo a la boca, se hace ya desde los primeros días de vida. Pero es de mal gusto. Los cánones del decoro (creados probablemente por una especie de instinto social que tendría por objeto defender a los ojos de cosas feas) dicen que no es correcto rascarse el culo, lamer un plato, peerse, colocarse la ropa interior en público, eructar y como no, irse a Aranjuez. Y esos cánones están ahí por algo, claro.
Sin embargo, critica el Dr. Bischinger a mi abuela. Comenta que deberíamos animar a los niños a que se coman los mocos, pues así servirían éstos de vacuna natural y gratuíta contra las bacterias. Curioso. La naturaleza es sabia.
¿Cuántas veces me habrá dicho mi abuela "no te vayas a Aranjuez"? No sé. Sin éxito, he buscado en internet a alguien con quien compartir mis experiencias y me he topado con una noticia que hablaba de un estudio del neumólogo Friedrich Bischinger, cuya conlusión era que meterse el dedo en la nariz e ingerir lo hallado es saludable. Si lo dice un médico...
Necesitamos urgarnos la nariz porque los pañuelos no llegan y siendo de instinto el rascarnos, el dedo va para adentro. Y ajeno al aprendizaje es el llevarse un dedo a la boca, se hace ya desde los primeros días de vida. Pero es de mal gusto. Los cánones del decoro (creados probablemente por una especie de instinto social que tendría por objeto defender a los ojos de cosas feas) dicen que no es correcto rascarse el culo, lamer un plato, peerse, colocarse la ropa interior en público, eructar y como no, irse a Aranjuez. Y esos cánones están ahí por algo, claro.
Sin embargo, critica el Dr. Bischinger a mi abuela. Comenta que deberíamos animar a los niños a que se coman los mocos, pues así servirían éstos de vacuna natural y gratuíta contra las bacterias. Curioso. La naturaleza es sabia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario