domingo, septiembre 06, 2009

A propósito de los referendos de independencia

Independientemente del sentimiento patriótico que cada individuo tenga, debe ser un principio fundamental de todo conjunto de ideas que diga defender la libertad -aunque ya sabemos que el término ya está más que gastado de tanto usarlo- el respetar el sentimiento patriótico de cualquier persona.

Y aunque estoy en contra de iniciativas autoritarias como lo es imponer desde las administraciones públicas la lengua que la población debe estudiar, comunicarse e incluso utilizar para el rótulo de sus negocios, no puedo sino defender la idea de que cada cual hable la lengua que quiera y enarbole la bandera de la nación por la que sienta orgullo patrio.

Matizo mi postura al insistir en las expresiones "individuo" y "cada cual". Es inaceptable que un político le dicte al pueblo lo que ha de pensar, si es que lo hace a partir del poder político y quizás a partir de una alianza parlamentaria antinatura. Pero por muy anticonstitucional que sea, me parece lícito que la gente tenga la oportunidad de decir con su propia voz lo que piensa.

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