Las encuestas de población activa evidencian mes a mes que la lucha contra el desempleo no está dando los frutos que nos gustarían. Debemos alegrarnos de las buenas cifras que de vez en cuando, por oscilaciones estacionales, ponen de manifiesto que sigue habiendo sectores con demanda. Pero digamos que "de donde no hay no se puede sacar".
Sin olvidar los desmanes políticos del pasado que han propiciado que las cuentas públicas sufran un déficit insostenible, el gran problema social de España es el desempleo. Y si bien el problema del déficit ha surgido en gran medida de una crisis política, considero que las causas de la crisis de empleo son diversas y, de hecho, difíciles de asimilar. En otros artículos intentaremos explicar cuales son, porqué y qué soluciones pueden proponerse.
Empecemos por el principio. ¿Qué es la crisis? ¿Qué recorrido tiene esta crisis en un país como España? ¿Qué es España?
Estamos mal, sí, pero España es un país desarrollado, en el que podemos decir que hay paz -sí, lo podemos decir- tenemos muchas carreteras y trenes... y aeropuertos, tenemos un buen sistema sanitario y tenemos sol, playa, tiempo libre y ganas de disfrutar de la vida. Y no, ni estoy vendiendo Coca-cola, ni quiero decir que debamos conformarnos. Sólo quiero enmarcar la cuestión en será más fácil que un país desarollado salga de la crisis, si, entre otras cosas, es consciente de que lo es. La cuestión es que no es lo mismo que un país sufra una crisis alimentaria por la sequía, tenga que reconstruir el país tras una guerra o aspire a hacer sostenible el Estado de Bienestar desarrollado en tiempos de crecimiento ecomómico. Esto último podría parecerse a la crisis que vive España en la actualidad.
Podríamos hablar de recortes y aumento de impuestos indirectos, etcétera; pero quisiera entrarme en pensar cómo reducir el desempleo para conseguir hacer sostenible el Estado del Bienestar. Por cada empleo que se genera, el Estado recibe una nueva cotización social, y en condiciones normales la calidad de vida de aquel que trabaja mejorará al poder disponer de su salario. Parece de perogrullo decir que "crear empleo es bueno", sin embargo, no es tan sencillo, porque hay quién quiere empezar cobrando 2000 euros y trabajando 8 horas al día y "de lo suyo"... quizá eso no sea posible. Quizá haya que cambiar de mentalidad.
Sólo se me ocurren dos formas de crear puestos de trabajo. Una es crecer, competir, ofrecer nuevos servicios, explorar nuevos mercados... en definitiva: innovar. Y otra es racionalizar de manera justa y sostenible el trabajo en los sectores en los que sea posible hacerlo. Considero que innovar es lo más importante, pero es necesario que a la vez, para que tanto el empleo fruto de la innovción, como el ya existente sean sostenibles, también es necesario estudiar la manera de repartir el trabajo, eso sí, sin imposiciones, y de manera que los más débiles no se vean perjudicados. Esta cuestión, monopolizada por la izquierda en otro tiempo y olvidada en la actualidad, debe ser puesta sobre la mesa y abrir un debate transversal del fomento de la contratación a tiempo parcial (no confundir con temporal).
Para terminar, os dejo con un artículo que escribí hace tres años, que ilustra (eso sí, de un manera mucho más general) uno de los argumentos que pueden aportarse para fomentar gradualmente la contratación a tiempo parcial. Se agradecerán los comentarios, será una forma de alimentar el debate. Gracias.
Sin olvidar los desmanes políticos del pasado que han propiciado que las cuentas públicas sufran un déficit insostenible, el gran problema social de España es el desempleo. Y si bien el problema del déficit ha surgido en gran medida de una crisis política, considero que las causas de la crisis de empleo son diversas y, de hecho, difíciles de asimilar. En otros artículos intentaremos explicar cuales son, porqué y qué soluciones pueden proponerse.
Empecemos por el principio. ¿Qué es la crisis? ¿Qué recorrido tiene esta crisis en un país como España? ¿Qué es España?
Estamos mal, sí, pero España es un país desarrollado, en el que podemos decir que hay paz -sí, lo podemos decir- tenemos muchas carreteras y trenes... y aeropuertos, tenemos un buen sistema sanitario y tenemos sol, playa, tiempo libre y ganas de disfrutar de la vida. Y no, ni estoy vendiendo Coca-cola, ni quiero decir que debamos conformarnos. Sólo quiero enmarcar la cuestión en será más fácil que un país desarollado salga de la crisis, si, entre otras cosas, es consciente de que lo es. La cuestión es que no es lo mismo que un país sufra una crisis alimentaria por la sequía, tenga que reconstruir el país tras una guerra o aspire a hacer sostenible el Estado de Bienestar desarrollado en tiempos de crecimiento ecomómico. Esto último podría parecerse a la crisis que vive España en la actualidad.
Podríamos hablar de recortes y aumento de impuestos indirectos, etcétera; pero quisiera entrarme en pensar cómo reducir el desempleo para conseguir hacer sostenible el Estado del Bienestar. Por cada empleo que se genera, el Estado recibe una nueva cotización social, y en condiciones normales la calidad de vida de aquel que trabaja mejorará al poder disponer de su salario. Parece de perogrullo decir que "crear empleo es bueno", sin embargo, no es tan sencillo, porque hay quién quiere empezar cobrando 2000 euros y trabajando 8 horas al día y "de lo suyo"... quizá eso no sea posible. Quizá haya que cambiar de mentalidad.
Sólo se me ocurren dos formas de crear puestos de trabajo. Una es crecer, competir, ofrecer nuevos servicios, explorar nuevos mercados... en definitiva: innovar. Y otra es racionalizar de manera justa y sostenible el trabajo en los sectores en los que sea posible hacerlo. Considero que innovar es lo más importante, pero es necesario que a la vez, para que tanto el empleo fruto de la innovción, como el ya existente sean sostenibles, también es necesario estudiar la manera de repartir el trabajo, eso sí, sin imposiciones, y de manera que los más débiles no se vean perjudicados. Esta cuestión, monopolizada por la izquierda en otro tiempo y olvidada en la actualidad, debe ser puesta sobre la mesa y abrir un debate transversal del fomento de la contratación a tiempo parcial (no confundir con temporal).
Para terminar, os dejo con un artículo que escribí hace tres años, que ilustra (eso sí, de un manera mucho más general) uno de los argumentos que pueden aportarse para fomentar gradualmente la contratación a tiempo parcial. Se agradecerán los comentarios, será una forma de alimentar el debate. Gracias.
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