Las empresas tienen que pagar a hacienda las cotizaciones a la seguridad social de sus trabajadores. Hay que redistribuir el pago de esas cotizaciones de manera que así se consiga equilibrar un poco mejor el mercado laboral. Una de las medidas que deberían ir en cabeza habrá de ser desincentivar la contratación a personas que cuenten ya con un sueldo fijo, y al mismo tiempo incentivar la contratación de personas sin empleo. Casos de estos hay por doquier, y sí, quizá los casos más llamativos, los que más nos llaman la atención, son los de los políticos que acaban su mandato, y son contratados por la empresa privada, mientras siguen cobrando la pensión. Hay casos mucho más cotidianos, y quizá también haya que desincentivarlos, pero, ante todo quiero poner el acento en las rentas altas.
Propondré en Innovacción Colectiva que a un empresario le salga sustancialmente más caro contratar a una persona que ya tiene un salario fijo que a una persona sin trabajo. Digamos que si a esa empresa tanto le interesan los servicios de esa persona, ya se encargará de incentivarle suficientemente con un sueldo atractivo y un contrato adecuado, para que a ese trabajador le interese renunciar a su otro empleo... dejando así el puesto a otro en aquél.
Habrá que tener cuidado con los casos en los que haya cargas familiares, hipotecas, y demás supuestos delicados. Supongamos que esos supuestos no se dan. Pensamos que si un empresario tiene una tienda de la cual se encarga por la mañana y su cónyuge, empleada pública de ocho a dos, trabaja por la tarde en la tienda de su marido, éste debería tener que pagar más caras las cotizaciones sociales de su esposa. Repetimos el argumento, si tan interesante es para la tienda, y, por tanto, para esa economía familiar sin cargos, quizá debería plantearse renunciar a su puesto de funcionaria y trabajar una jornada completa en la tienda. Porque les va bien, porque les compensa. Así deja vacante su puesto de funcionaria.
Aún así, es posible que a esta familia le interese conservar el empleo público, y que siga siendo ella la que ocupa el puesto en la tienda en lugar de contratar a una tercera persona. En ese caso, me parece justo que tengan que pagar un poco más a hacienda. ¿Cuánto? Es difícil decirlo, pero quiero, de nuevo, insistir en que no se pretende perseguir el pluriempleo a todos los niveles, porque para muchas economías familiares es su única manera de llegar fin de mes. La propuesta solo tiene sentido a partir de cierto nivel de renta.
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