El PSOE lo tiene muy, muy difícil. Por no decir imposible. La gente tiene memoria y se acuerda de cómo acabaron los gobiernos de Zapatero y de Felipe González. Antes del 15M, o antes del surgimiento de UPyD -o por el alargamiento de la crisis o por los factores que sean- el PSOE hubo logrado mantenerse gracias únicamente a un mensaje "antiPP". Pero eso ya no funciona. La opinión pública -y los movimientos sociales- conceden al PSOE tanta o más responsabilidad que al PP en esto de la crisis y además ya se ha dado cuenta de que "hay más partidos".
Lamentablemente para la honestidad política, al PSOE sólo le quedaría una salida para perder lo menos posible de cara a las siguientes elecciones: entonar el "Zapatero hizo lo que pudo". Pero sabemos que eso no es verdad. Sabemos que Zapatero la pifió notablemente. La pifió negando la crisis, la pifió no dándose cuenta de que con un parche aquí con un Plan E allá no valía. La pifió porque no afrontó el reto de subir el salario mínimo interprofesional. La pifió porque a pesar de su discurso, también se sometió "a los dictados de los mercados". Y eso los españoles o saben. Aún así, entonar el "Zapatero hizo lo que pudo" sería la única manera que tendría el PSOE de salvar los muebles: engañando a los españoles y negando que un nuevo órden político está por venir. Pero, ¿qué es salvar los muebles? Hacer un lavado de cara rápido cambiando el líder, proponer muchas propuestas nuevas, machacar en los medios durante varios meses, y rezar para que el PP convoque elecciones YA. En ese escenario, quizá y sólo quizá, el PSOE consiga subir un poco, y llegar, con un porcentaje de entre un 22% y un 24% de los votos, algo parecido a 90 o 100 escaños (recordemos que según algunas encuestas ahora tiene un 20%).
¿Y si no? Supongamos que el PSOE se deja de estrategias cortoplacistas mezquinas y decide buscar la coherencia a largo plazo. ¿Hacia dónde la busca? ¿Hacia el centro? Complicado, el centro lo está colonizando UPyD y si hace eso IU le adelantará sin remedio por la izquierda (y con mucha fuerza). ¿Hacia la izquierda? Peor aún. Si el PSOE se convierte en una especie de "marca blanca de Izquierda Unida" la gente tenderá a votar a IU, y para votar a la copia, la gente votará mejor al original, ¿no? ¿Jugando a dos bandas? Si el PSOE jugase la baza del discurso ambigüo como hace UPyD, en lugar de ser los del "discurso diferente" se volverían más incomprensibles aún. Es lo que tiene ser un partido de más de siglo y cuarto que la ha pifiado tanto.
El PSOE está acabado. Queda una esperanza, eso sí: la política municipal. Que el PSOE se vuelva creíble a nivel local y que a lo largo de muchos años, esas nuevas redes vayan regenerando el PSOE de abajo a arriba. El PSOE hace muy bien en dejar de lado el sectarismo y empezar a negociar posibles mociones de censura con las formaciones políticas del futuro, como con UPyD en Alcalá de Henares o con Unión por Leganés en tal localidad. Sólo poniéndo más de su parte y dándose cuenta de que hay que pactar con los nuevos y no con los viejos partidos, sólo así podrá volver a empezar a ser creíble. Pero le costará muchos, muchos años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario