La práctica imposibilidad de que una candidatura lograra "de la nada" entrar en el Ayuntamiento de Madrid, creo que es una de las razones por las que la sociedad madrileña ha desarrollado una auténtica apatía por la política municipal. Cuando uno ve imposible cambiar las cosas lo normal es que ni se moleste en intentarlo. Alguien con ímpetu y con ideas para democratizar Madrid capital podría, ante el ninguneo de las cuatro fuerzas políticas con representación -PP, PSOE, UPyD e IU- plantearse crear un partido independiente para la capital, y adoptar como uno de sus objetivos prioritarios: democratizar las Juntas de Distrito. Es decir que los habitantes de cada barrio puedan elegir directamente a su representante en su junta de distrito. Por poner un ejemplo, mi distrito, Carabanchel, cuenta con una población que supera ligeramente el cuarto de millón. Estamos hablando pues, de un distrito que tiene más habitantes que cualquier otra localidad madrileña.
Pero como digo, es imposible. Pretender crear, sin apoyo previo, un partido independiente para Madrid capital al estilo Vecinos por Torrelodones o Unión por Leganés, es una quimera. Madrid es una ciudad de más de 3 millones de habitantes en la que es imposible participar en política, a menos que pases por el aro de aceptar la base ideológica que proponen cada uno de los cuatro partidos; y te dejes engañar por la idea de que "el aparato" permite opinar a sus bases ¡ja!
Soy de los que piensa que la política municipal debería ser el primer paso para empezar a reivindicar derechos desde las instituciones "desde abajo". Y una vez que las nuevas organizaciones hayan dado ese paso, lo siguiente sería hacer saltar ese movimiento social a parlamentos territoriales, nacionales y supranacionales. De abajo a arriba. Así, creo que esa imposibilidad de participar en la política municipal de Madrid hizo que hubiera mucha gente dispersa que sabía que un cambio era necesario, pero que necesitó del 15M para "sentir que no estaba sólo". Sin embargo, claro está que el 15M madrileño no se centra en el municipalismo, sino que fue una explosión de ideas generales que tocan todos los ámbitos reivindicativos de la sociedad.
Y por otro lado, al margen de la fuerza de este movimiento social, viene cobrando bastante notoriedad la iniciativa de EQUO. Todas las encuestas vaticinan que de haber una nueva fuerza política que obtenga representación en la Comunidad y en el Ayuntamiento de Madrid: esa sería EQUO. Quizá me hubiera gustado más que la alternativa ciudadana en Madrid capital hubiera sido "independiente" y que no llevara ese sesgo previo del "ecologismo de izquierda moderada". Pero creo que debemos tener altura de miras y, que cada cual lo llame como quiera: "partido independiente contra el bipartidismo", "izquierda moderada eclogista", o "tercera vía ciudadana", que a mí me parece que ese espacio que queda entre UPyD e IU, y que el PSOE no es capaz de cubrir; ese espacio que ocupa Unión por Leganés en tal localidad, es el mismo espacio que habrá de cubrir EQUO en la capital en un futuro.
Y en base a eso, creo que sería muy interesante que los partidos independientes integrados en CAPI y EQUO hicieran acercamientos para conformar alternativas ciudadanas para presentarse juntos en citas electorales como las siguientes elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid, o incluso a las elecciones para el Parlamento Europeo del año que viene. Así, animo a los actores de uno y otro lado a que profundicen las conversaciones para intentar llevar a cabo esa coalición.
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