Hace unos años, cuando Pablo Iglesias y yo éramos solamente profesores de universidad y presentadores de La Tuerka hicimos un libro sobre el sistema electoral. Detrás de los sistemas electorales a menudo hay matemáticos como nuestro malhadado d'Hondt, pero lo relevante de los sistemas electorales es entenderlos desde el punto de vista de sus resultados políticos. En el caso de las primarias de PODEMOS, creo que el método que presenta Pablo Echenique, el llamado DesBorda, tiene un significado político que entronca profundamente con lo que es la declamación constante de la ciudadanía: no os dividáis. El sistema de Echenique no fomenta a las familias, sino que fomenta, al revés, que discutamos. El sistema permite darle un plus a los acuerdos.
Un poco más tarde, en su blog, quiso explicar lo pírrico de la victoria del sistema de Echenique mediante el siguiente comentario:
No era fácil defender que una elección en un órgano ejecutivo no puede tener la misma proporcionalidad que un órgano legislativo -aunque sea lo correcto-.
Parece que, como profesores, Iglesias y Monedero tienen un importante reto por delante. Resulta que "sus conclusiones académicas" acerca de los sistemas electorales chocan con las intuiciones del 15M, cuyo espíritu tanto desean representar. Quizá por cansancio, tras casi tres años de vida de PODEMOS, yo no veo ese esfuerzo pedagógico por ningún lado. Monedero acaba de hacer un comentario de profesor cansado: quien quiera saber más sobre esta cuestión, que lo mire en el libro. Muy loable hacer fomento de la lectura, pero así no se llega a tiempo a donde se quiere llegar. En su lugar, adornan los argumentos con cursiladas acerca de la ilusión y explotan los personalismos. Iglesias también se ha esforzado más en recalcar que DesBorda es obra del "gran Echenique"( al cual, en este mundo de prejuicios parece que hay que de presuponerle un prestigio solo porque sea científico) que en explicar porqué los inscritos de diferentes sensiblidades no merecen una representación proporcional dentro de PODEMOS. Y en esa clave deseo continuar este comentario, en la clave de presuponer buena fe, en considerar cierto que Iglesias y Monedero tienen motivos honestos para defender ese sistema de elección interna y no otro.
Me leeré el libro, pero volvamos al 15M que yo conocí. Pedía un sistema proporcional para las elecciones generales, ya fuera con circunscripción única o sin ella. Pedía listas abiertas. Aquello murió, pero su espíritu permaneció a la hora de construir nuevas herramientas de cambio como por ejemplo, Ganemos Madrid. Bueno, si queríamos un sistema electoral proporcional para el Congreso de los Diputados, lo natural sería empezar por aplicar la proporcionalidad en nuestra propia casa. Ni más ni menos.
Se ha dicho también que PODEMOS no puede convertirse en el PSOE -donde se reparten todo (sillones, recursos) por familias- pero por lo pronto, y aunque hay mucho que profundizar, yo la diferencia relevante ya la veo: en el PSOE no dan voz a las bases para tomar decisiones. Lo de no querer que haya familias... ¿será que no se ven capaces de llegar a acuerdos con la otra mitad del partido? Pues vaya un líder si solo sabe "ser la luz" para únicamente los que piensan como él. Dejémoslo. Y vayamos al meollo de la cuestión: ¿tiene sentido el errejonismo dentro de PODEMOS?
No lo sé, ni siquiera alcanzo a comprender lo suficiente el alcance de las diferencias entre las dos principales familias. A mí me gustaría, siendo burdo, es que hubiera "dos PODEMOS". Uno pablista-garzonista y otro errejonista-democratista. Uno que fuese un partido de izquierdas liderado por Pablo Iglesias y otro que fuese un partido transversal que no necesite un líder para saber cuál s su identidad. Uno que proteste mucho y consiga el voto de las clases más bajas que no suelen ir a votar. Otro que marque la agenda política mediante el pacto, tan hábil que proponga acuerdos a C's que no pueda rechazar y evite que todos los pactos sean siempre entre partidos de derechas. Uno que siga centrándose en darle al Pantuflo en laSexta Noche y otro que siga haciendo pedagogía a un nivel intelectual más alto. Que el primero tuviera unos 50 diputados y que el segundo tuviera unos 70. Vamos a ver si me explico: el errejonismo no es una invención de Errejón. En la ciudadanía ya existía esa manera de concebir el cambio político más allá de las etiquetas de izquierda y derecha desde antes del 15M (por ejemplo UPyD llegó a tener cierto éxito porque canalizó -aunque mal- parte de eso).
Pero claro, ¿cual es el contexto actual? ¿Acaso hay espacio para un quinto espacio político, transversal y democratista? Pues quizá no lo haya, quizá no sea el momento. Y si ese quinto partido es una escisión de PODEMOS, menos todavía. Sería perjudicial para ambas corrientes y en lugar de 50 y 70 diputados como el deseo que acabo de expresar, tal vez se quedaran con 15 o 20 cada uno de ellos (no olvidemos el destrozo que haría el sistema electoral). La transversalidad que quiere potenciar el errejonismo representa a muchos de los españoles que votaron a PODEMOS en 20D (y, de hecho, muchos de los que perdieron el 26J). El sistema electoral español penalizaría a un quinto partido y le haria imposible tener un espacio propio justo en el Congreso de los Diputados. Mientras, ¿Pablo Iglesias tampoco permite al errejonismo tenerlo dentro del partido? Ahí está la clave de porqué, hasta que los citados profesores me ilustren en sentido contrario, mi postura es que la democracia interna de PODEMOS debe suplir las carencias democráticas del Estado español. Dowdall o el sistema proporcional propuesto por Errejón.
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