Si bien es respetable que una persona pueda pronunciarse a favor de la implantación de un determinado impuesto y que, indenpendientemente, otra declare su intención de votar a determinado partido; cuando ambas personas son las misma, ésta es medianamente influyente, la opinión pública percibe que es beneficiaria directa de ese impuesto y además se atreve a pedir el voto para aquellos que lo han implantado, a esa persona no le ha de extrañar que se le tilde a oportunista.
El impuesto del que hablo es el canon por copia privada, el partido es el socialista obrero español, la persona es Joaquín Sabina y su radio de influencia es el medio de comunicación en el que colabora: Interviú, y más allá.
Utilizando como parapeto el pretexto de que es necesario conseguir que toda la izquierda vote en masa a un mismo partido, pide el voto para el partido socialista, precisamente los que implantaron el cánon. Digamos que Joaquín, como miembro de la SGAE y beneficiario de ese impuesto que vamos a pagar todos los españoles, creyó oportuno publicar el siguiente poema, haciendo pública su, por otro lado evidente, opción de voto.
Esta vez, a mi pesar,
se desangra el núcleo duro
de la izquierda del futuro
como una rosa Aguilar.
La llama de Llamazares
me llama, pero, hoy por hoy,
urge frenar a Rajoy
con votos más populares.
Siempre quedará París
para joder a los míos,
le dijo, entre escalofríos,
Carla Bruni a Sarkozy.
El ácrata que hay en mí
entre Rouco y Artapalo
elige lo menos malo
tapándose la nariz.
Se divorcian a granel
las huestes anti divorcio,
Rato y Cascos, qué consorcio
de Caínes, pobre Abel.
Se desespera Esperanza
con Gallardón a la
vista,
hay
atasco en la autopista
pepera de la venganza.
Malditas leyes de Hont,
nacionalistas de baba
que exprimen a Rubalcaba
contra la diosa razón.
Por no hablar del fuego amigo
que hiere pero no mata,
del bulldog contra la gata
del Público, resto y sigo.
La polis está que arde
a pie de imprenta del BOE,
izquierda unida al PSOE
mejor mañana que tarde.
Votandito a Zapatero
mica, feldespato y cuarzo,
cuando los idus de marzo
se deshagan de febrero.
Independientemente de lo que yo piense respecto a si el PSOE es buena opción política o no lo es, es necesario poner de manifiesto ciertas cosas como ésta. Esta es la primera evidencia clara que he leído sobre el tema (tampoco es que la haya buscado), la verdad, me inquieta que en los dos meses que tenemos por delante, todos los artistas se pronuncien de igual manera y encubiertos en un pretexto distinto al evidente, lo cual es mucho peor.
Parte de la obra de Sabina me gusta, parte no em gusta y parte no la he escuchado. El canon, como cualquier impuesto, es injusto... pero necesario a la vez.
Al igual que Joaquín, yo también me he arrancado con unos versos. En la medida de lo posible, lo he querido basar en su poema. Se lo dedico:
Otra vez, a mal pensar,
se destapa el pacto oscuro
que esta izquierda con los suyos
se ha decidido a firmar.
El canon, a horas canónicas
nos cantaron, vísperas hoy
son del refrendo y ya que voy
no votaré a opciones crónicas.
¿Quiénes negarán por fin
tanto poder a los mismos?
Maldito el bipartidismo
que corrompe este país.
Su discografía, Joaquín,
la mía, aún renacuajo…
sabe si merecen canon
sólo Dios, no Ramoncín.
Si bien legítimo es
el arte de hacer negocio
con el arte, no hay elogios
por mi parte para usted.
Encubierto, pero a ultranza,
usted, como buen letrista,
es vergonzoso que asista
a los que le dan bonanza.
Maldito y tirano es Hondt
el de la ley, pues nos traba,
mas dando el voto al que estaba
no se hallará solución.
Hablemos de nuevos partidos
hijos de la democracia,
si no el sistema se estanca
en este bucle infinito.
La política de madre
parece salirse, COE
y SGAE al himno le ponen
letra “pa” que no lo ladren.
Deben ser bien caballeros
en el gobierno de Zapa,
siga con sus coplas guapas
con un guiño y mi dinero.