¿Pena de muerte?
Para responder a esa pregunta hay hacer primero una reflexión profunda acerca de las cárceles. ¿Para qué sirven?, ¿sirven para que los reclusos experimenten la soledad y la exclusión, sirviendo ésto para que se desarrolle en ellos un sentimiento de culpa y un propósito inequívoco de enmienda? ¿o más bien sirven para separar de la sociedad a los individuos que, por haberse probado que en acto son peligrosos, se les sigue considerando potencialmente peligrosos?
Las cárceles y las penas deberían utilizarse en primer lugar para disuadir al resto de ciudadanos de cometer delitos: y es indudable que si un ciudadano (a menos que sea un suicida) ve amenazada su cabeza, se lo piense más de dos veces antes de cargarse a alguien. Por tanto, en este sentido, con la pena de muerte se mataría a un asesino pero se salvarían indirectamente muchos inocentes, al descender el número de asesinatos.
Esto tiene una respuesta inmediata claro, alguno me dirá: ¡el que mata, cuando mata no piensa en cuantos años le van a caer o si le van a matar! Es más, se dirá que en muchos casos no espera que le descubran. Es discutible.
Pero la principal cuestión es si debe invertirse más dinero en rehabilitar a los reclusos, lo cual no deja de ser mala idea... pero acarrea otra cuestión: ¿no sería mejor destinar ese dinero en mejorar la educaciíon de los jóvenes para evitar crear nuevos criminales? Yo creo que sí.
Pero tengo una alternativa a la pena de muerte: la isla de la muerte. ¿Y que es la isla de la muerte? Pues es una hipotética isla del pacífico a la cual van desterrados los reclusos más peigrosos del mundo, de manera que los estados se ahorrarían el dinero de alimentarles y los dilemas sociales. Pues bien, a los reclusos (y reclusas) de la isla no les queda más remedio que gestionar los recursos de la isla y convivir, y por tanto serán ellos los que se hacen sus propias leyes, al márgen del resto del mundo. Como son asesinos: o matas o te matan, o todos quietos... y supongo que habría de todo un poco y que a la larga se convertiría en una sociedad muy parecida a la de cualquier otro país... pero así al menos no son peligrosos para la sociedad normal. Se llema isla de la muerte porque el que entra no sale vivo (puede morir de viejo, pero en la isla).
Para responder a esa pregunta hay hacer primero una reflexión profunda acerca de las cárceles. ¿Para qué sirven?, ¿sirven para que los reclusos experimenten la soledad y la exclusión, sirviendo ésto para que se desarrolle en ellos un sentimiento de culpa y un propósito inequívoco de enmienda? ¿o más bien sirven para separar de la sociedad a los individuos que, por haberse probado que en acto son peligrosos, se les sigue considerando potencialmente peligrosos?
Las cárceles y las penas deberían utilizarse en primer lugar para disuadir al resto de ciudadanos de cometer delitos: y es indudable que si un ciudadano (a menos que sea un suicida) ve amenazada su cabeza, se lo piense más de dos veces antes de cargarse a alguien. Por tanto, en este sentido, con la pena de muerte se mataría a un asesino pero se salvarían indirectamente muchos inocentes, al descender el número de asesinatos.
Esto tiene una respuesta inmediata claro, alguno me dirá: ¡el que mata, cuando mata no piensa en cuantos años le van a caer o si le van a matar! Es más, se dirá que en muchos casos no espera que le descubran. Es discutible.
Pero la principal cuestión es si debe invertirse más dinero en rehabilitar a los reclusos, lo cual no deja de ser mala idea... pero acarrea otra cuestión: ¿no sería mejor destinar ese dinero en mejorar la educaciíon de los jóvenes para evitar crear nuevos criminales? Yo creo que sí.
Pero tengo una alternativa a la pena de muerte: la isla de la muerte. ¿Y que es la isla de la muerte? Pues es una hipotética isla del pacífico a la cual van desterrados los reclusos más peigrosos del mundo, de manera que los estados se ahorrarían el dinero de alimentarles y los dilemas sociales. Pues bien, a los reclusos (y reclusas) de la isla no les queda más remedio que gestionar los recursos de la isla y convivir, y por tanto serán ellos los que se hacen sus propias leyes, al márgen del resto del mundo. Como son asesinos: o matas o te matan, o todos quietos... y supongo que habría de todo un poco y que a la larga se convertiría en una sociedad muy parecida a la de cualquier otro país... pero así al menos no son peligrosos para la sociedad normal. Se llema isla de la muerte porque el que entra no sale vivo (puede morir de viejo, pero en la isla).
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